Tres factores influyeron en la desaparición casi definitiva del típico comedor diario en la vivienda contemporánea: hay cada vez más gente viviendo sola (no necesariamente solteros), en consecuencia crece la tendencia a construir espacios de pocos metros y, finalmente, la figura del foodie (sibaritas o amantes de la buena gastronomía) terminaron por reconfigurar el uso y el área de la cocina, que hoy es el espacio de socialización más importante de la casa.
La era del “show kitchen” propone cocinas híper funcionales e integradas al living mediante islas y barras, o barras-isla, o viceversa, en definitiva, muebles que sustituyen la clásica mesa donde tomábamos la leche mientras mirábamos la tele. Móviles, otras fijas, rebatibles o bien empotradas en el conjunto principal ubicado contra la pared, o disimuladas en su interior, cualquier alternativa sirve para cumplir la función de participar a la familia o a los invitados en el acto de cocinar. Pero también son útiles para improvisar un área de tragos, desayunar, almorzar o simplemente como mesas de apoyo.
“Las cocinas han ganado protagonismo como ningún otro ambiente y es por eso que aun siendo lugares muy funcionales, a la hora de diseñar, se las considera con el mismo cuidado que a la recepción. En ese sentido, la isla central es cada vez más deseada por el cliente, y no necesariamente requiere un espacio muy grande para desarrollarse. A veces se integra con un sector de barra a la recepción” -explica la arquitecta Patricia Chechik propietaria de Live In, empresa dedicada a producir y equipar cocinas.
“En la tendencia actual las cocinas se conciben como cajas totalmente revestidas, con frentes panelables en heladeras y lavavajillas del mismo material que los muebles, o paredes a modo de wall units para alojar la TV plana, etc. Entre las novedades también se imponen las cavas a la vista, la iluminación de leds y la domótica que generan recursos novedosos como distintas escenas según las horas del día y las actividades. Los accesorios y herrajes optimizan cada vez más los lugares de guardado, con cajoneras tandem box, por ejemplo.”
La firma italiana Snaidero lanzó una línea de equipamento para espacios reducidos que son obras de arte en sí mismas, como el modelo Board (disponible en Move Argentina); Cucina Bella -también italiana -apostó por el lujo de ciertos materiales como frentes de laca sobre vidrio, maderas naturales de veta oscura, melaminas texturadas y laqueados de bordes redondeados, incluso en la isla. La empresa argentina De otro tiempo presentó la colección “Celebración” inspirada en la antigua disposición de las cocinas, con sus cajones, estantes y herrajes a la vista pero incorporando la isla rodante o carro despensero que suma áreas de guardado. Pero también cuenta este año con una apuesta poco convencional realizada en colores vibrantes y con una distribución novedosa: dos islas, una para cocción y otra de lavado. Finalmente, aunque están pensadas para divertirse cocinando… ¿quién se anima a ensuciar semejante escenografía?
Chau al comedor diario
(Por Marina Gambier) El concepto “show kitchen” desterró para siempre al comedor diario de la vivienda contemporánea; a cambio llegaron para quedarse las islas y las barras que, además de optimizar el espacio, estimulan la interacción entre los habitantes de la casa.
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