Lo que pasó
La coyuntura local e internacional pareció alinearse:
Desde el mundo hacia Argentina, el fortalecimiento de Estados Unidos mostró picos desde principios de mes y llevó a una suba de sus tasas de interés y la apreciación cambiaria frente a todas las monedas del mundo. Esto generó resquemores en las economías emergentes y/o fronterizas, elevando el costo y la disponibilidad de financiación mundial.
Aun cuando parecía haber tocado techo la vorágine americana, el viernes último los datos de empleo, ocupación y PBI solo demostraron que estamos en pleno desarrollo y que esto parece no parar.
Conjuntamente, y para sumar otro foco de alerta, desde hace dos semanas, Brasil está sumida en una crisis sindical que llevó a un paro que duró 10 días y a medidas gubernamentales no del todo acertadas. El conflicto es, entre otras cosas, por el nivel de precios de los combustibles y llevó a la dimisión del CEO de Petrobras (anunciado el 01/06, hizo bajar la cotización de la acción más de un 15% en las principales bolsas del mundo).
A nivel local, todo esto repercutió negativamente, generó brusquedades cambiarias y para mediados de mes volvió a hacer aparecer en escena al FMI.
Desde el partido justicialista, con grandísimo timing político, salieron a aprovechar el momento de debilidad y sancionaron legislativamente una ley que retrotraería el valor de los principales servicios energéticos a fines del año pasado. Rápidamente se ratificó el veto presidencial. La jugada buscando disminuir la imagen presidencial parece haberse concretado perfectamente.
Para el cierre algunos datitos que hablan por sí solos:
- La devaluación del mes de mayo fue superior al 22%. Para todo el año 2017 la variación del tipo de cambio había sido menor. Lo rescatable de aquí, es que el tipo de cambio hizo techo el 15/05 y desde la señal directa del BCRA de $25 en mayorista no volvió a sufrir movimientos.
- Algunas agencias internacionales ya aventuran que el PBI para el 2018, producto de todo lo vivido en el mes, pueda contraerse.
Lo que viene
La perla de inversión: nada cambió; sigue el buen momento para pasar al carry trade (conservadores abstenerse).
Esta viejísima herramienta financiera local parece haber vuelto a escena esta semana. Tan simple como vender dólares y con el producido comprar Lebacs en pesos que cotizan con tasas cercanas al 40 %, esperando que al vencimiento la variación del tipo de cambio haya sido menor a los intereses generados por el instrumento en pesos.
Una opción redituable con un rendimiento en pesos hasta el 21 de junio de casi el 3,5 % y un BCRA firme en sostener el tipo de cambio mayorista en $25.
Como siempre decimos, y remarcamos más aún en estos momentos, esta estrategia no deja de tener un riesgo cambiario y no es recomendable para los inversores más tradicionales o bien que tengan algún condicionante en moneda extranjera.
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