Cuando hablamos de tope de gama en 2021, lo más rápido que se nos viene a la mente es glamour, calidad y extravagancia. Palabras que para muchos están más relacionadas a un auto deportivo o de alta gama y es que el mundo del smartphone ha llegado a ese nivel de excentricidad, ofreciendo teléfonos caros, cada vez más grandes pero que al final del día no aportan más que lo que otro teléfono, incluso de una gama inferior, pueda ofrecer.
Pero parece que Asus tomó cartas en el asunto y sin irse al extremo presentó su nuevo buque insignia con un guiño “racional”. A priori se nota en el diseño, simple, estéticamente agradable, aprovechando ciertas bondades como la cámara frontal (12MP) dentro de la pantalla y solo dos cámaras traseras, de 64 MP y 12 MP gran angular, todas fabricadas por Sony.
En la interfaz nos encontramos la última versión de Android 11 pura, sin agregados, ni apps basura ni miles de chiches que el usuario jamás va a usar. Todo esto reproducido en el componente “más racional” que tomó Asus, la vuelta a las pantallas menores a 6”. Y es que con las 5,9” del Zenfone 8, Asus busca volver a enamorar a aquellos usuarios amantes de este tipo de medidas, demostrando que no hace falta una pantalla tamaño baldosa para que un teléfono pueda ser productivo y veloz, sobre todo si integra un Qualcomm Snapdragon 888 5G y variantes de RAM que van de 8 a 16 GB y hasta 256 GB de memoria interna.
Por el lado de la batería, nos encontramos con 4.000 mAh, una cantidad que, en teoría, debería ser más que suficiente, si contamos el tamaño de la pantalla y el procesador que prometen agilidad sin gastar de más.
Hagan sus apuestas
El Zenfone 8 estará disponible en Europa desde 599€, con una variante más top -el Zenphone 8 Flip- a 799€, por lo que la pregunta será ¿llegará a la Argentina? ¿A cuánto?
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