El día en que Rusia invadió Ucrania, Check Point Research documentó que los grupos de Telegram se multiplicaron por 6 con temas relacionados con la guerra. El 71% de ellos difunden noticias flash de información no editada y a menudo no verificada. El 23% de ellos se utilizan para coordinar ciberataques contra Rusia, principalmente DDoS. Además, un 4% de estos solicitan donaciones de criptomonedas para apoyar a Ucrania.
Además, los ciberataques al gobierno y al sector militar de Ucrania aumentaron un asombroso 196% en los tres primeros días de combate, mientras que los ciberataques a organizaciones rusas aumentaron un 4%. Los investigadores también han advertido del envío de correos electrónicos fraudulentos para engañar a las personas que pretenden hacer donaciones a Ucrania desde el extranjero.
Así es como en este vaivén de ciberataques, Telegram se ha convertido en la app de mensajería por excelencia en el conflicto, donde no solo se coordinan ataques, difunden noticias, sino que a su vez es el lugar ideal donde las estafas ha tenido un gran aumento, dada la situación.
Defendiendo la patria, una línea de código a la vez…
Los ciberactivistas están eligiendo Telegram para transferir mensajes, ciberarmas y herramientas online, y están "señalando" a los atacantes los objetivos rusos relevantes. Desde el comienzo de la guerra se han creado decenas de grupos diariamente y algunos cuentan con más de 250.000 usuarios. Check Point Research estima que alrededor del 23% de ellos intenta unir a hackers, profesionales y "aficionados" de la informática para realizar una ofensiva contra objetivos rusos en el ciberespacio. Además, se utilizan para coordinar el ataque, decidir los “blancos” y compartir los resultados, incluso ofreciéndose ayuda mutua para ello. Los ataques DDoS se han convertido en un arma cibernética muy común, en la que los antirrusos apuntan contra los blancos que favorecen y piden a los usuarios del grupo que los sigan.
Por ejemplo, la agrupación Anna está llamando a sus seguidores para que ataquen objetivos rusos mediante ataques DDoS, por SMS o a través de llamadas.
En otro ejemplo que se muestra a continuación, el grupo "Mark" está llamando a los usuarios para que ataquen sitios web rusos, proporcionando URLs.
"Telegram se ha convertido en un frente digital del conflicto donde las personas están eligiendo bandos online. Vemos que en todos los rincones del mundo hay quienes se organizan y disponen de recursos para apoyar a Rusia o a Ucrania. Algunos grupos están coordinando ciberataques para atacar a Rusia. Otros están sirviendo como centros de información y noticias sobre un lado crudo de la guerra. Y otros solicitan fondos para apoyar a Ucrania o para cometer un fraude. En total, hemos visto que las agrupaciones con temática de la guerra entre Rusia y Ucrania se han multiplicado por 6 desde el día comenzó la invasión”, alerta Oded Vanunu, jefe de investigación de vulnerabilidades de productos en Check Point Software. “Recomiendo encarecidamente que los usuarios vigilen de cerca su actividad en Telegram y el tipo de personas con las que pueden entrar en contacto. Hay un bando que busca aprovecharse de los partidarios de Ucrania o de Rusia. En este momento, estamos compartiendo lo que vemos y nuestras observaciones iniciales. Seguiremos vigilando la actividad de la plataforma en las próximas semanas”, concluye.
Si estás en el tema, cuidado:
- No pulsar enlaces al azar. No se debe pinchar en enlaces de origen desconocido, especialmente en momentos de crisis y circunstancias extremas. Los ciberdelincuentes podrían aprovechar y explotar la situación para intentar robar credenciales, datos privados y otra información personal mediante el envío de malware o enlaces de phishing
- Hay que tener cuidado con las solicitudes sospechosas. Si un mensaje de una fuente desconocida hace una petición o una demanda que parece inusual o sospechosa, esto podría ser una prueba de que es parte de un ataque de phishing.
- Antes de enviar dinero, hay que pensárselo dos veces. El envío de dinero a fuentes desconocidas que solicitan ayuda puede resultar a menudo un fraude. Hay que ser precavido con quién nos comunicamos y qué tipo de información facilitamos. Los mensajes de las redes sociales no son la plataforma adecuada para realizar grandes transacciones financieras, especialmente a fuentes no reconocidas.
- Verificar las fuentes. Consumir las noticias y buscar la "verdad" en fuentes fiables.
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