Romina tiene 33 años, es madre y mientras nacía Usluga Hidroponia, gestaba a su hijo Bruno. Animada por un sentimiento de ayuda y servicio creó su invernadero para producir verduras de hoja de una manera responsable pensando en brindar un producto de calidad y a la vez dar empleo a otras mujeres.
El emprendimiento nació en agosto del 2022, tiene una capacidad de producción de unas 3.000 plantas mensuales, aun cuando las altas temperaturas de los últimos tiempos no le han permitido llevar al máximo su capacidad, tienen una gran demanda que se comercializa en la zona de Colonia Caroya y Jesús María.
Romina en su momento dejó un trabajo en relación de dependencia, en búsqueda de tiempo para criar a su hijo y unir también el fin social de su negocio “darle trabajo a otras mujeres”, nos explica. “La idea de que otras puedan sumarse al emprendimiento surgió al conocer la realidad de muchas que se dedican a trabajos de campo, muy pesados, inestables y temporales”, afirma.
Para lograr su fin, la ingeniera agrónoma realizó entrevistas a conocidas de la región y les transmitió el propósito del proyecto, hace poco logró incorporar a su primera ayudante.
No es solo el empleo lo que Romina quiere brindar, es también una posibilidad de crecimiento, aprendizaje, capacitación, formación en el oficio, “si no terminaron el nivel medio la idea es ayudarlas a que lo hagan y si están en condiciones en su momento que armen su propio negocio de hidroponía u otro rubro”, nos amplía.
Usluga (en lengua polaca significa “servicio”) es lo que quiere transmitir con su propuesta. La hidroponía “se cultiva en caños de cultivo (PVC) con solución nutritiva, en este tipo de cultivos no interfiere la tierra esto hace que no tenga contacto con insectos, hongos mientras que la aplicación de productos químicos se ve reducida” asegura la profesional y agrega, ”nuestra política es aplicar solo cuando la producción se ve reducida, se usan productos biológicos, sin períodos de carencia lo que significa que se puede consumir y no tiene ningún riesgo para la salud”.
Producto totalmente limpio, cosechado con hoja y raíz, lo que permite una mayor durabilidad. “Una planta puede durar entre 7 a 10 días con la raíz y en forma refrigerada ya sea en el local comercial o en el domicilio particular”, asegura Romina.
La actual capacidad de producción tres mil plantas mensuales, entre rúcula y lechugas, “la idea es potenciarse y aumentar producción en otoño e invierno y seguir para crecer creando más empleo de calidad”, agrega Romina Zaya quien destaca este emprendimiento como una iniciativa familiar donde también ha involucrado en parte del proceso a su pareja Mauro, también Ingeniero Agrónomo quien tiene otra actividad propia.
Tu opinión enriquece este artículo: