"Para lo único que sirvió la doble indemnización fue para engrosar los bolsillos de los abogados laboralistas", se sincera sin ruborizarse el exSecretario de Trabajo de la Nación, Jorge Sappia, para quien el proyecto de Ley Antidespidos "es inocuo".
"En los 8 años que estuvo vigente anteriormente la Ley que duplicaba las indemnizaciones no tuvo ningún efecto: los empresarios que querían despedir embarraban la cancha, litigaban y todo se pateaba para adelante", acota.
De acuerdo a las estadísticas del 2014, un juicio laboral que transitó entre uno y dos años en instancia de conciliación posee una demora de 294 días hábiles desde que la causa es recepcionada por la Sala laboral y hasta el decreto que fija fecha de audiencia oral de vista de la causa. Dicho piso es mínimo y promedio, sin tomar en cuenta los tres a cinco años más que se adosan a una sentencia de Cámara que fue congraciada con el tiempo que demora la resolución de un recurso de casación.
"Así las cosas -asegura el abogado Mariano Albrisi- el trabajador deberá transitar de 4 a 10 años como mínimos y máximos para dilucidar si se hace del crédito indemnizatorio duplicado, sin perjuicio que deberá rezar para que una vez firme la sentencia, su ex empleador mantenga una empresa solvente o no quebrada", amplía.
No obstante, para él es un "mito" que todos los abogados ganan. "Los abogados obreristas trabajan a resultado, erogando dinero de su propio peculio en favor del proceso judicial, y perciben honorarios sí solo sí el obrero los percibe. Los abogados de empresa, tampoco ganan: porque o tienen abonos mensuales all inclusive (que contemplan incluida la defensa de juicios), o bien porque trabajan en base al resultado del pleito", aclara.
"El proyecto no protege el empleo y mucho menos al trabajador. Lo primero que ocasiona, es una tremenda conmoción social que solo desestabiliza a cualquiera de los polos de la relación de trabajo, sea empleado o empleador", argumenta Albrisi.
En tal sentido, una pista quizás la haya dado la semana pasada Isabel Martínez, la titular de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Córdoba, uno de los sectores más castigados en los últimos meses por la recesión. "Si alguien piensa en despedir lo hará no bien se apruebe la ley y antes que se reglamente para evitar pagar doble indemnización", se sinceró. (GL)
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