AeroChaco ya nos lleva a Resistencia (y habrá Posadas, Iguazú y más allá)
El proyecto de AeroChaco es muy interesante para el actual momento político y económico de la Argentina: un fideicomiso que recibe aportes de inversores (por caso los gobiernos de Chaco y Entre Ríos) que contrata a una empresa privada (Macair Jet) para que desarrolle las rutas que a esos inversores les interesa. Si el tráfico responde y la operación es exitosa, los inversores ganan dinero. Si no, los inversores sostienen las rutas que les interesan soportando el déficit, pero sin invertir en el desarrollo de toda una aerolínea propia, con el despliegue de recursos, esfuerzo y polémica que ello implica.
Con ese modelo de negocios, AeroChaco despachó ayer su primer vuelo Córdoba – Resistencia (habrá dos semanales inicialmente), pero eso es sólo el comiezo: en abril o mayo cambiarán los Jetstream de 19 plazas por un MD de 109 butacas con la idea de sumar a Posadas e Iguazú como destinos finales.
Impulsada por el gobernador Jorge Milton Capitanich, el sueño de Aerochaco es -en última instancia- poner a la provincia en el medio de un corredor aéreo interocéanico entre San Pablo y Antofagasta. ¿Demasiado? El tiempo dirá...
- Promo 2x1 y la flota de Aerochaco.
- El largo viaje de Gustavo Santos.
El largo viaje de Gustavo Santos. El titular de la Agencia Córdoba Turismo tuvo un largo viaje de 12 horas. ¿Madrid? ¿New York? No: Jujuy. “El mercado aerocomercial refleja el viejo esquema del siglo XIX donde todo convergía en el puerto -explica el funcionario que fuera profesor de Lingüistica en la Escuela de Ciencias de la Información, allá por mediados de los 80-; eso era muy útil para sacar la producción primaria a Inglaterra o Francia, pero es nefasto para el desarrollo del turismo. No puede ser que para ir a Jujuy haya tenido que tomar un vuelo a Buenos Aires, esperar una conexión a Salta, pasar por arriba de Córdoba de nuevo, llegar a Salta y de ahí ir por tierra a Jujuy. Tardé lo mismo que un viaje a España”.
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