En un nuevo encuentro con la prensa especializada de Córdoba, el IIE presentó ayer una serie de datos y escenarios posibles en lo que se refiere a pobreza e indigencia, crecimiento económico y variables clave de la economía, como la inflación y el dólar.
“El tipo de cambio superó la ‘zona de confort’ de la media histórica de los últimos 13 años, establecida en +/- 20% de ese valor por lo que se registra un atraso. Hoy el piso con esos datos estaría en $ 18,44 y el valor promedio rondaría los $ 23”, explicó Dequino, acompañado por parte de su equipo: Florencia Costantino, Emanuel Cuesta y Fabio Veltre.
En tanto, estimó que la inflación para lo que queda del año superará el 23%. “Si los dos últimos meses del año tuvieran una inflación como la registrada en junio -la más baja a lo largo de 2017- se ubicaría en 22,2%; mientras que si fuese la núcleo que promedia el acumulado anual (1,6%), cerrará en 23,3%”, precisó.
Crecimiento 2017 por encima del 3%
En cuanto al alza del Producto, este año se estima en 3,1% y permitirá recuperar por 1 punto porcentual la caída sufrida el año pasado (-2,1%).
Los especialistas fueron más allá y plantearon un escenario a largo plazo estimando el crecimiento potencial del PBI con un piso dado por la suba promedio del período 1993/99, del 2,7% y un techo dado por la media del lapso 2004/10, ubicado en 5,5%. “Suponiendo que el país creciera desde este año y hasta 2032 al promedio de esos rangos, es decir al 3,4% por los próximos 15 años, incluidos potenciales shocks externos, el PBI por habitante del país alcanzado al final de ese período sería de US$ 33.500, un valor similar al que hoy tienen España o Portugal”, expresó.
El trabajo también estima que, en ese mismo lapso -y si la reducción de la pobreza e indigencia siguiera los registros entre el primer semestre de este año y el segundo de 2016- la indigencia bajaría 5,1 puntos porcentuales. "El efecto más importante se notaría en el segmento de menores de 14 años que hoy es 20 veces mayor que entre los mayores de 64", destaca.
Esa proyección también se hizo para la evolución de otros indicadores de bienestar y desarrollo, como desempleo, déficit fiscal, pobreza estructural y déficit habitacional. Las conclusiones fueron las siguientes:
-Argentina necesita crecer al menor durante 15 años a una tasa 2,5 veces más rápida que la población (que hoy crece al 1% anual promedio).
-El crecimiento económico es imprescindible para profundizar el desarrollo y mejorar el bienestar.
-No obstante, existen aspectos como la pobreza estructural y el déficit habitacional que deberán abordarse de manera particular.
“Con el crecimiento sólo no alcanza para mitigar estas variables, es necesario también una reforma en la política distributiva”, concluyó Dequino. (GL)
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