“La internación domiciliaria es complementaria a la hospitalaria”, deja en claro Valeria Muda, directora de Grupo Medihome.
Aunque no sea tan conocida, surgió en los años 50 en Estados Unidos como una extensión de la internación tradicional y se fue expandiendo en diferentes países hasta llegar a Argentina, donde es parte del Plan Médico Obligatorio y las obras sociales tienen la obligación de cubrirlo.
Sus beneficios son varios. El paciente atraviesa el proceso en la comodidad de su hogar, rodeado de sus afectos y con la misma asistencia que en un centro médico. Se estima que la reducción en costo para el paciente ronda el 30%, además disminuye los gastos para la familia, que no tiene que trasladarse. Y, algo no menor, evita estar expuesto a enfermedades hospitalarias.
“Es algo que va a seguir creciendo. Está tomando otra dimensión y teniendo más reconocimiento. Se están generado otro tipo de prestaciones, y hay un criterio médico para dar la internación domiciliaria”, comenta Muda.
Esto significa, siempre que lo apruebe el médico, que personas con enfermedades o afecciones más complejas (como cáncer, ACV, esclerosis múltiple o accidentes de tránsito) pueden atravesar el tratamiento en su hogar.
Medihome ya suma 20 años en el sector con 21 sucursales propias en Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Salta y Río Negro. Aunque “la mayor concentración está en provincia de Buenos Aires porque es una de las provincias que más tiene desarrollada la internación domiciliaria”, señala al respecto.
A través de sus 4.000 prestadores atiende alrededor de 2.500 pacientes en el país.
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