Los lugares con reglas claras y empoderamiento de la gente finalmente son los que mejores resultados obtienen en estos momentos. Hay que reconstruir la normalidad. Con restricciones, con cuidados, con protocolos, pero reactivar y tener una vida lo más normal posible.
Estaremos obligados a convivir con el virus. Hoy la misma OMS manifiesta que las cuarentenas prolongadas son contraindicadas.
De esto se sale con gestión, responsabilidad y compromiso de todos. No con aislamiento y miedo. Eso nos conducirá a un desastre social que ya se ve venir.
Yo pienso que los problemas se enfrentan. Y aplicando todas las reglas y protocolos para cuidar el bien más preciado que es nuestra salud, NO es necesario prohibir, sino regular. Obviamente, haciendo hincapié en la conducta individual de cada cliente o espectador. Cuidándolos y orientándolos en su conducta.
Estamos entre los cinco países del mundo con más contagios y entre los 10 de la cuarentena más larga. Está claro que este método fracasó y -además- nos está sumiendo en la pobreza extrema (según Indec, perdimos 3,7 millones de puestos de trabajo entre abril y junio vs. el primer trimestre del año y eso que están prohibidos los despidos) y tendremos una caída del PBI de unos 12 puntos según el FMI (mayor que en 2001).
Además, las empresas quieren irse del país y varias ya lo han hecho. Tenemos 2,8% de inflación con todos los precios regulados congelados y con actividades cerradas. Está claro que no es por acá la cosa. Los resultados son evidentes. Es cierto que la crisis es global pero finalmente en el balance comparativo, ¡somos los que estamos peor!
La decisión del gobierno de la provincia de Buenos Aires (de no habilitar la temporada teatral) no creo que juegue en contra en la provincia de Córdoba.
Nuestro gobernador es razonable y confío mucho en su buen criterio.
Obviamente todo esto es mi pensamiento y no significa que tenga la razón, pero de verdad estoy convencido de lo que pienso y sostengo.
Miguel Pardo
Productor / Empresario
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