Del total de préstamos del Galicia, el 40% es para la banca Individuos y el 60% para la banca empresas (22% Pymes, 20% grandes empresas y el resto al agro).
De los préstamos para Pymes, la mitad es con la línea productiva que “comoditizó” el cristinismo.
Desde hace 6 semestres (ahora arranca el séptimo), los bancos están obligados a prestar parte de sus depósitos a pequeñas y medianas empresas a una línea de crédito fija. Para tener dimensión de los montos, una sóla entidad, el Banco Galicia, prestó 10.000 millones de pesos en los últimos 3 años.
Muchas Pymes aprovecharon para renovar líneas de producción ya que con una inflación del 30% el crédito era más que conveniente. Pero desde el gobierno se dieron cuenta que no había muchos proyectos para productivos y dieron el OK para que parte de la línea sirviera para descontar cheques de pago diferido.
Al principio las entidades podían destinar 10% de la línea subsidiada con ese destino, hoy ya llega a un 25%, confirmó un gerente de la entidad citada anteriormente.
El dato no es menor ya que hoy una línea ordinaria de descuento de cheques puede llegar a tener un costo financiero superior al 50% anual, para una empresa pequeña y riesgo medio.
“Hay casos donde se compraban un auto nuevo, financiado al 18% anual a 3 años y a veces la diferencia la depositaban en un plazo fijo y también ganaban con el spread”, admite la fuente. Hoy un plazo fijo hoy está en torno al 23% o 24%.
Pero a esa doble ganancia -la del capital actualizado y la financiera por diferencia de tasas- algunos le encontraron una “chance extra”.
“En la edición de este semestre no se pueden comprar autos con esta línea productiva -subraya el gerente- pero sí hay que decir que un 25% de la línea productiva puede aplicarse para el descuento de documentos”. Aunque no dio ejemplos, cambiar cheques con una tasa del 18% es una oportunidad que varios están aprovechando en el mercado. Al menos mientras la tasa siga subsidiada. Por todos y todas, claro está.
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