Sumergido en el medio del bosque (hay que hacer un camino de tierra en el medio de la montaña), con paisajes de cuento a 10 km de Alta Gracia, se encuentra Terrambú. El paraje donde se enclava se llama La Isla, frente al río Anisacate.
El hotel funcionó durante décadas y fue gestionado por la familia Zuzulich hasta 1982, año en que cerró.
Pasaron los años, y la familia Rezk compró la propiedad. Comenzaron con un restaurante, pero la promesa era recuperar el emblemático hotel.
"Lo comenzamos a restaurar hace dos años y fue una hermosa locura. Hoy miro las fotos y miro todo lo que se hizo en este tiempo y no lo puedo creer", se emociona Veronica Rezk, al mando del proyecto. "Todo lo que se pudo restaurar, lo dejamos", dice. Las aberturas, una vieja heladera a kerosene, las lámparas del salón principal y una gran estufa son parte de las cosas que se dejaron.
"Nuestra propuesta en este momento acá en Terrambú es hacer de este lugar un espacio amigable, un espacio cómodo donde las personas que vengan puedan relajarse, conectar con la naturaleza, el aire puro de las sierras, descansar y sobre todo crear un ambiente de linda energía, de buena energía. Creo que todos los que trabajamos acá, todo el equipo, buscamos que cada persona que llegue se siente a gusto, se sienta en un espacio amigable. Que llegue a su habitación y pueda abrir las ventanas del cuarto y sentir y conectar con el sonido del río, de los pajaritos, y se llene el alma con los atardeceres en la playita, con los pies en la arena", manifiesta.
Cómo son las habitaciones
El hotel cuenta con 11 habitaciones: 7 arriba y 4 abajo. Todas tienen vistas muy lindas. Hay 5 que tienen balcón con salida. "Vos abrís la ventana y te chocás con el río, hermoso", describe Veronica. Las habitaciones de abajo son pet friendly.
Terrambú tiene un restaurante que ya viene funcionando hace un año y medio. "Va a continuar en una modalidad un poco más reducida y un poco más exclusiva para los huéspedes, recibiendo también visitas que no estén acá hospedadas pero que quieren venir a comer, siempre con reserva previa", detalla Rezk.
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