Cambiar la imagen corporativa es mucho más que tener "un nuevo logo" para los gigantes multinacionales. Son cambios de ciclo que se alinean con nuevos abordajes del mercado y eso buscó Burger King en la identidad visual donde se "ancla" a una hamburguesa.
La aplicación de la nueva identidad inició un proceso que culminará recién en 2022 en Argentina. Empezaron por las plataformas digitales y todas las aplicaciones online, seguirán por la cartelería interna de los locales y el packaging de los productos y finalmente abordarán el rediseño de los locales en sí y el cambio de las marquesinas y cenefas, explica en diálogo con InfoNegocios Martín Márquez de la Serna, gerente general de Burger King Argentina.
Con 115 locales en 10 provincias de Argentina, el foco de la compañía estará este año más en reforzar la propuesta de valor de los locales antes que en nuevas aperturas, aunque "algunas cosas habrá", adelanta Márquez de la Serna. Hoy están en Capital Federal, Costa Atlántica, Gran Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Tucumán, Neuquén, San Luis, San Juan, Chaco y Salta.
Con tres formatos de locales (los grandes con Auto King, los medianos con vidriera a la calle y las unidades para shoppings centers), Burger King está apostando también al fortalecimiento de su aplicación por celular: hoy ya ofrece retiro programado en varios locales y avanzan hacia la entrega de productos desde esa misma app.
Burger King trabaja junto a PedidosYa! y Rappi, mecanismos de delivery al que sumarán las entregas propias de los pedidos que reciban por la aplicación que permite obtener beneficios especiales. "Trabajaremos con personal propio y -llegado el caso- haremos sinergia también con los agregadores (Rappi, PedidosYa!)", cuenta el gerente general en Argentina de esta unidad de Alsea, la empresa mexicana que en el Cono Sur también opera Starbucks.
Atentos a la situación de los bolsillos de sus clientes, Burger King también renovó su "oferta base" (el producto más barato, la "entrada de línea") ofreciendo dos hamburguesas con queso a $ 199.
Además de diferenciarse históricamente de McDonald's por la forma en que cocina las hamburguesas (a la plancha en el caso de McDonald's y a la parrilla o asadas en el caso de BK), la marca de Alsea también quiere comunicar que su alianza con Simplot (el competidor mundial de McCain) les ha permitido encontrar un producto que -sin conservante ni colorantes- llega a un mejor punto de cocción incluso para entregas por delivery (más largas en tiempo entre la cocina y la mesa). "No tengo dudas que tenemos las mejores papas fritas de la Argentina", refuerza Márquez de la Serna, igual de preocupado por la evolución financiera de los 115 locales, la gestión de proveedores y la experiencia final que cada visitantes se lleva de sus locales, el punto de venta que sigue concentrando casi 70% de las ventas (contra otro 30% entre delivery y pickup en sucursal).
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