“Pienso que tenemos que seguir adelante con las cosas que se hicieron bien”, comenzó Llaryora. Aunque también afirmó que “no me hago cargo de todo lo que se hizo en los 26 años para atrás; acá viene un nuevo proyecto generacional”. Uno de los mayores desafíos en sus propias palabras será administrar una provincia con dimensiones similares a Uruguay y con gran diversidad productiva.
Cuando se lo consultó acerca de los Ingresos Brutos y la posibilidad de eximir a las empresas de ese “impuesto distorsivo”, fue contundente: “Tenemos que esperar definiciones federales. Hasta que no haya un esquema que plantee una redefinición, no hay forma de salir (...) Los que somos serios y hemos administrado sabemos que no hay forma de salir ssi no hay un cambio de fondo”.
Una de cal y otra de arena
Para conformar a los empresarios presentes en el auditorio del Hotel Quinto Centenario (todos socios de la Mediterránea), dijo que seguirá adelante con las promociones industriales para diferentes sectores. En su carácter de ex Ministro de Industria en 2013, sabe que atraer nuevos capitales es fundamental para las arcas provinciales y para mejorar los índices de empleo. “Esta posibilidad de descontar cuando se contratan empleados es una medida que vamos a continuar para distintos sectores”. Y cerró: “La primera certeza que tiene un empresario que viene a invertir a Córdoba es que cumplimos los acuerdos”.
Otras que sí
“Voy a trabajar en un tratamiento especial para todo el noroeste de la provincia. Llevamos un sistema de obra pública muy importante como rutas, luz, agua y gas, pero hay que darle un empuje especial para levantar los niveles de empleabilidad”.
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arq. Matias Aguirre :
Promesa de campaña como intendente fue el ferro-urbano, como le llamaron. Hasta hicieron una puesta en escena a la que llamaron "prueba" en medio de un asentamiento de viviendas precarias mucho antes de haber ganado las elecciones. Nadie hizo preguntas al respecto. Todavía seguimos esperando.<br /> Los proyectos que sí ejecutó resultaron no ser más que un simple maquillaje lo suficientemente estridente como para distraer a la mayoría de los cordobeses capitalinos que lo llevaron a la gobernación, sin darse cuenta que trató a la ciudad como una ramera.<br /> Sólo el tiempo dirá lo que nos depara con este personaje en la gobernación.