La catarata de obras que viene inaugurando Ramón Javier Mestre en el último tramo de su gestión se realiza mayoritariamente con fondos propios (provenientes de Rentas Generales como de cuentas de Afectación Específica) y también con los provenientes de los acuerdos entre la Muni y los desarrollistas urbanos.
Los fondos del plusvalor que obtienen los desarrollistas por vía de esos convenios explican un tercio del nutrido plan de obras públicas que viene desarrollando Mestre en la recta final de su gestión, que busca repetir en las elecciones que se desarrollarán en septiembre u octubre de este año.
El dato lo confirmó el propio intendente ayer durante un desayuno en el quincho de la municipalidad donde agasajó a los trabajadores de prensa.
Se vienen las fotomultas
En ese acto Mestre confirmó que ya comenzó a implementarse un nuevo sistema tecnológico que permite actualizar los expedientes que se tramitan en el juzgado de faltas y que abre la puerta para el cobro de fotomultas en 2016.
La novedad ya está en marcha y permitió actualizar 3,5 millones de multas, de los cuales 1,5 millones están activas y seguramente formarán parte de una moratoria que lanzará la Secretaría de Hacienda a cargo de Mónica Ferla.
El nuevo sistema es el punto de partida para la digitalización total del cobro de multas. En ese sentido, el acta de infracción se digitalizará e incluso habilita el uso de las fotomultas, que se comenzará a votar en 2016.
"Todos los sistemas funcionaban en (el lenguaje) Cobol y databan de 1985 y se realizó una reingeniería con recursos humanos y monetarios propios del municipio que permitirán administrar el 100% de las actas en infracción y hacer el seguimiento desde su inicio hasta su fin", explicó a este medio Ramón Ortega, jefe de Administración del Tribunal de Faltas.
Lo bueno de esto -continuó Ortega- es que el sistema es inviolable, que se hizo con recursos propios y que el desarrollo (el código fuente) queda para el municipio.
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