Idea.me, Kickstarter, Panal de Ideas, Indiegogo son algunas de las más conocidas y transitadas plataformas de financiamiento colectivo (o crowdfounding). Ofrecen una vía concreta de recaudación para emprendedores, ideas y proyectos. En pesos, en euros, en dólares; nacionales o multinacionales; para todos los idiomas o monedas hay opciones según las escalas o necesidades.
La clave -dicen- es la creatividad con la que un producto, un proyecto o un sueño logre captar la atención de navegantes dispuestos a apoyar económicamente. Se trata de publicar en estas comunidades una invitación a colaborar con el producto o proyecto; con el apoyo de los soportes digitales como videos de presentación, redes, fotos, y también con la oferta de recompensas, desde económicas hasta simbólicas, según el monto que cada quien quiera o pueda aportar.
Tres experiencias exitosas del crowdfounding cordobés
El Gato y la Caja es un “experimento en comunicación”, un proyecto de popularización de la ciencia, que lleva la evidencia científica para todo público y con humor. El proyecto difunde investigaciones científicas publicadas en la web y en papel con un estilo propio y singular. Nació a principio de 2014 y en 2015 logró una exitosa recaudación en la plataforma Idea.me para editar su primer anuario: recaudó $248.130 en su campaña gracias a 990 personas que colaboraron con su plata a través de Idea.me. Aunque el objetivo con el que la campaña empezó era de 90.000 pesos, El Gato y la Caja alcanzó el 275%.
Gi FlyBike es una bicicleta eléctrica y plegable creada por tres jóvenes cordobeses y fabricada en China. La bici mide 90 centímetros de largo por un metro de alto y se pliega para llevarla cómodamente en el transporte público; además, tiene una autonomía de 65 kilómetros con una carga y funciona con un software desde una aplicación para smartphone. Pensada para un mercado global, con enorme potencial en la época del desarrollo de transportes alternativos y sustentables, lanzaron su primera campaña en 2014 en Kickstarter, una plataforma reconocida en el mundo. Con el formato de pre-venta, recaudaron US$75.000 en solo cinco horas y llegaron a los US$420.000 en un mes. Sumando las posteriores campañas en otras plataformas como Indiegogo, lograron más de US$795.000 con Estados Unidos, Europa y Asia como mercados principales.
Un caso particular de financiamiento colectivo en Córdoba es el que creó el Club Atlético Belgrano para remodelar su cancha. Con la misión de financiar la construcción de una nueva tribuna sin hipotecar la institución o vender derechos, como suele suceder en el ámbito del fútbol profesional, el departamento de Marketing de Belgrano ideó en 2015 la alternativa de que sus socios puedan aportar dinero para desarrollar la obra. En una plataforma propia y en la sede del club, la campaña logró una proyección de $19 millones en poco más de tres meses; lo que le valió el premio a la mejor campaña de marketing deportivo de la temporada 2014/2015 en el marco del Seminario Internacional Conexión Fútbol. Actualmente la campaña sigue abierta en el sitio y lleva recaudados casi $33 millones.
Un vínculo con la comunidad, además de un método de financiamiento
Pablo González es Fundador y Director General del Gato y la Caja, y como pioneros en esta modalidad encuentra un diferencial que el financiamiento colectivo le da a su proyecto a diferencia de otras vías en el ámbito de los medios de comunicación, porque, según él, “permite que las comunidades tengan una forma efectiva de participar en la materialización de un producto cultural, pasando de ser espectadores o consumidores pasivos a ser agentes empoderados. Esto permite invertir la lógica de producción cultural, poniendo mucho más poder del lado de creadores y comunidades y mucho menos del lado de las editoriales, distribuidoras y arquitecturas tradicionales de medios”.
En cuanto a qué necesita una campaña para triunfar, Pablo reconoce que “el financiamiento colectivo es una herramienta por la cual el vínculo entre creadores y comunidades se expresa y hace efectivo. Sin comunidad no hay campaña de financiamiento que funcione, así que el éxito depende de qué tan bueno sea ese vínculo, de qué tan clara sea la propuesta de producto y qué tan transparente la comunicación”.
Reglas más claras
Desde enero de este año, la Comisión Nacional de Valores reglamentó por primera vez las condiciones y requisitos para las plataformas de crowfounding en Argentina; con normativas que incluyen por ejemplo la publicación y actualización de las comisiones que cobren de manera “clara e inequívoca”, para que tanto emprendedores como aportantes conozcan el costo de participación.
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