No es para cualquiera. Se necesita una habilitación del Automóvil Club Argentino y un bolsillo que ayude.
El perfil de los corredores no está marcado por la edad (los pilotos van de los 28 a los 63 años) ni por el género (aunque en su mayoría son hombres). El común denominador es que aman el automovilismo pero no viven ni quieren vivir del deporte (como un profesional). Solo quieren darse el gusto de correr sin la necesidad de armarse un equipo, comprar un auto o contratar un mecánico; gente que de pronto tiene un alto poder adquisitivo y quiere cumplir “el sueño del pibe”. Y en este campeonato lo puede concretar, porque va a sentirse como un Pro (cuando se baja del auto tiene una asistente que le da agua, un ingeniero a disposición que le muestra en la computadora su performance, entre otros servicios).
Además de esas prestaciones, el piloto tiene acceso a un automovilismo ecuánime y muy seguro. Los Porsche (sinónimo de perfección técnica y diseño innovador) están construidos en Alemania para correr carreras. Un argentino puede participar en cualquier monomarca en alguna fecha suelta en otro lugar del mundo y se va a encontrar con el mismo auto (hay 23 países que cuentan con la categoría monomarca; en Sudamérica solo Brasil y Argentina).
¿A cuánto?
La fecha tiene un costo de $ 350.000 + IVA e incluye dos carreras de 20 minutos más dos sesiones de entrenamiento de 30 minutos y 15 más de clasificación. También se le da al corredor un juego de neumáticos Michelin (francés, de gran calidad y durabilidad). El piloto solo llega con su casco y buzo a competir. También puede abonar el campeonato completo y obtiene un 10% de descuento.
¿Quiénes pueden participar?
Es necesario ser o haber sido piloto y contar con la licencia deportiva que otorga el ACA. Aquellos que no la poseen deben pasar por al menos dos clínicas de manejo (son sesiones de entrenamiento donde se les da una charla teórica, se los sube de copiloto con un instructor y finalmente se desempeñan solos y se los evalúa). Luego un veedor del ACA los certifica y les otorga la licencia. Una clínica cuesta US$ 3.000.
Porsche GT3 Cup Trophy Argentina
El campeonato inició este año y consta de 5 fechas (Concordia, Termas de Río Hondo, dos en Buenos Aires y la última el 1 de diciembre en el Autódromo Cabalén, Córdoba). Se corren dos sub categorías: la General y la Sport (en la que compiten los que tienen menos experiencia). Por ello en una misma carrera hay aproximadamente 20 autos, dos premios y un ganador de la Sport puede estar en ambos podios.
Juan Castelli, CEO de la GT3 Cup en Argentina (tiene contrato con Porsche AG por 5 años) sostiene que la categoría monomarca nos abre a la globalización, dado que nuestro país no tuvo nunca una categoría internacional. “Tenés acceso a una plataforma igual a la que hay en Europa; nos hacemos cargo del mantenimiento de todos los autos; es un formato que en Argentina no existe. Y el precio es similar a lo que vale correr en un Turismo Nacional o un TC 2000”.
Además de su lado deportivo, la categoría tiene una pata muy social. Se ofrece un espacio para que pilotos, invitados, sponsors y patrocinadores puedan realizar networking y negocios. “Definitivamente hay target para esto en Argentina, afirma el CEO convencido.
Las carreras se desarrollan los sábados. “Nosotros cuidamos mucho la familia, así el corredor no se ausenta de la casa los domingos. Tampoco hay promotoras que muestran el cuerpo. Es un espectáculo para todo público y acorde a la política de la marca a nivel mundial”, explica Castelli.
Viví la Porsche Experience
Cuando termina el evento, dos autos pasean algunos sponsors e invitados especiales. Se les pone el buzo negro oficial de Porsche, un casco de la categoría oficial y se los lleva a dar una vuelta como copilotos, a toda velocidad. “Es algo muy visceral, que genera mucha adrenalina; la gente se baja fascinada y además se lleva el casco como souvenir”, finaliza Castelli.
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