IN: Una vez que uno se adentra en los emprendimientos de Prodigy, percibe que la filosofía de la empresa es en sí misma un valor diferencial. ¿Cuál es y por qué?
RN: Debo remitirme a mi historia personal... En 2011 los médicos me diagnosticaron un cáncer en un estadío muy avanzado. Un melanoma que ya había hecho metástasis en el sistema linfático. A partir de ahí mi vida comenzó a ser el día a día y cada uno de esos días era encontrar la manera de lidiar con la incertidumbre. Yo soy muy racional. Soy economista y para mí las cosas que la ciencia no puede demostrar, no existen… ¿Pero cómo hace uno para lidiar con el dilema de la existencia?
- No lo sé, ¿usted encontró la manera?
- Por aquellos días, mirando un programa de National Geographic Explorer, me enteré que en la selva peruana, un centro chamánico ofrecía un tratamiento con ayahuasca como cura para muchos males, entre ellos la depresión y el miedo a morir. Así que fui y allí tuve una experiencia mística que me conectó con un Rodrigo muy profundo, con algo que me era familiar pero que ya había olvidado. En resumidas cuentas, perdí el miedo a morir y entendí que debemos cambiar el paradigma con el que vivimos: vi que la sociedad actual está construida sobre un paradigma en el que nos debatimos entre un extremo y el otro: por un lado tenemos el beneficio individual a costa del beneficio colectivo (el capitalismo) pero generó un problema de concentración de riqueza que seca el sistema y genera pobreza extrema y, por otro el comunismo, que dice que el beneficio colectivo prima sobre el individual. Pero ese sistema también fracasó.
- ¿Y cómo salimos de esa dicotomía?
- Vi que nos tocaba diseñar un nuevo paradigma en el que el beneficio individual se promueva pero en función del beneficio colectivo. Entendí que estábamos obligados a crear proyectos extraordinarios que generen retornos. Me di cuenta que si yo le daba acceso a los inversionistas pequeños, a los activos que en los momentos de incertidumbre protegieron los grandes capitales institucionales en los últimos 80 años, eso era un tremendo impacto positivo en la comunidad. (Eso antes estaba reservado solo para la gente de más alto poder adquisitivo). Y con ese concepto nacieron Prodigy, la plataforma de crowdfunding y The Assemblage, una marca que busca crear comunidad.
- Hoy en Prodigy uno puede entrar al negocio con U$S 10.000, ¿se puede bajar aún más la barrera?
- Comenzamos con un ticket de U$S 250.000. Logramos bajarlo a U$S 100.000, después a la mitad, y ahora estamos en U$S 10.000, pero con la tecnología que tenemos yo quiero llevarlo a U$S 100. Y ese es nuestro compromiso: bajarlo, bajarlo, bajarlo…
- Es una plataforma muy tentadora con múltiples posibilidades...
- Claro. Y ahí también entra Assemblage, que tiene que ver con ensamblar los proyectos extraordinarios en 8 industrias específicas con tendencias de tecnologías exponenciales para generar escala global. La idea es que proponentes de estas ideas tengan acceso a capital descentralizado a través de nuestra plataforma de crowdfunding.
- ¿Se va a transformar en una especie de incubadora?
- Algo así. Ahora le vamos a dar acceso a los miembros de Assemblage para que financien sus proyectos a través de crowdfunding. En donde Prodigy Network no solo hace el crowdfunding de proyectos inmobiliarios sino también en todas esas otras industrias que cumplan el requisito de retorno económico en función de impacto positivo sobre los demás, para que nuestra red de inversionistas pueda participar de otras industrias. La condición es que se apalanquen en tecnologías exponenciales.
- ¿Tienen pensado un desembarco en Argentina?
- Fue nuestro mercado más grande por muchos años por dos motivos: el argentino entiende de Real Estate y además es innovador. La idea es abrir en los próximos 18 meses un Assemblage en Buenos Aires. Todavía no tenemos el activo. Estamos buscando.
- ¿Y proyectos para Uruguay?
- La idea a futuro es buscar socios estratégicos, grupos sólidos, para licenciar proyectos.
Tu opinión enriquece este artículo: