Mucho se habla de que de esta pandemia saldremos distintos. Pero tal vez, también se profundicen cambios culturales que se venían gestando, como parece ser el caso de las ceremonias para despedir a nuestros seres queridos.
Las víctimas del COVID-19 (6 personas hasta el momento en toda provincia de Córdoba), por motivos de prevención no fueron veladas.
Las personas que perecen por otras causas pueden ser veladas pero no de la manera que lo hacíamos habitualmente. Ante la consulta de InfoNegocios, Jorge Minoli, responsable de Casa Minoli y María Inés Despontin, titular de Casa D’spontin, explican que lo que está permitido es que los familiares íntimos (entre 3 y 5 personas máximo) despidan a sus seres queridos un par de horas antes del traslado al cementerio o crematorio, claro que respetando el distanciamiento social y medidas de higiene, como el uso del alcohol en gel.
“Al no existir una pauta determinante, los distintos cementerios y crematorios han fijado diferentes pautas. Algunos dejan entrar a 2 personas, otros a 4 ó 5, y hay otros que a ninguna persona. Ha variado en 180 grados la modalidad de realizar los servicios fúnebres. Sin velatorios y sin cortejo de autos al cementerio”, comenta a este medio María Inés Despontin.
Ricardo Cuirko, tesorero de la Asociación Funeraria del Centro de la República Argentina (AFUCRA) y delegado de la Federación Argentina de Asociaciones Funerarias (FADAF) considera que esta modalidad “va a perdurar hasta que pase la pandemia”.
Cuirko señala además que muchas empresas de servicios fúnebres han comprado equipos impermeables con máscaras que rondan los $ 6.000 (similares a los que se utilizan para fumigar), para el personal que manipula los cuerpos.
Qué pasaba antes de la pandemia…
“Recordemos que el objetivo cultural y hasta psicológico de estas ceremonias de despedida es empezar a elaborar un duelo”, explica María Inés Despontin, quien conduce la empresa que lleva su apellido y cuenta con más de 100 años de antigüedad en la prestación de servicios fúnebres.
Pese a esto parece que el ritual está mutando. “Ya se viene dando una tendencia en la sociedad, no se están haciendo velorios”, analiza Jorge Minoli, quien dirige Casa Minoli, una empresa que fundó junto a su padre hace 45 años.
Con la observación de Minoli, Cuirko coincide aunque aclara: “Velorios siempre va a haber, un poco más cortos, quizás, pero es necesario por los trámites”.
Con respecto al tema Despontin aclara: “Antes de la pandemia se puede observar una flexibilización de los rituales. Velatorios más cortos, más simples y más acordes a las inhumaciones en tierra. Esto quiere decir que no se gasta tanto en ataúdes y la tradición del nicho cada vez es más rara. Las cremaciones son una tendencia cada vez más acentuada. En otras palabras, no diría que se pierden los rituales funerarios sino que se van adecuando a las nuevas formas de sepultura”.
Actualmente, en la Ciudad de Córdoba, el costo de un servicio fúnebre básico, completo y económico parte de los $ 35.000 y $ 40.000 sin incluir los impuestos y tasas del Registro Civil. El valor puede variar según la sala velatoria, el ataúd y los costos de la empresa.
Sobre ambas alternativas los tres concuerdan en que predominan las cremaciones. Mientas Despontin considera que la tendencia a la cremación rondan el 60% o un poco más, Minoli habla de que podría alcanzar el 80%.
Hace dos décadas que Parque Los Alamos (cementerio y crematorio), se dedica a los servicios de sepelio y cremaciones. Según un vocero de la empresa, en general su trabajo se divide 50-50 entre inhumaciones y cremaciones, no obstante declara: “Cuando se complica la situación económica hay más cremaciones y la gente joven también opta más por la cremación”.
El crematorio dispone de dos hornos con capacidad para realizar 6 cremaciones por día cada uno. Hasta el momento no recibieron ninguna de los 6 fallecidos por coronavirus pero sí un difunto cuyo certificado de defunción especificaba “Neumonía extrema, posible coronavirus”.
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