¿Viste cuando algo te gusta y mucho? Bueno, más o menos así surgió este emprendimiento. Carola empezó a ver distintos tejidos y clavó la frase “yo re puedo con esto”. Así que, de una forma más bien autodidacta, comenzó a copiar puntos de imágenes de tejidos, hasta llegar a lo que es hoy su gran proyecto.
“Si bien me defino como una tejedora que teje despacio, es un momento único. Me pongo el mate, una serie, y no paro, puedo estar hasta 4 horas tejiendo que el tiempo se me pasa volando”, señala.
Ahora, cuando hablamos de variedad, sí que hay para ver: si bien siempre hay algunos modelitos más conocidos que otros, Carola trabaja por encargo, entonces si vos le mandás la foto del producto que querés, ella te lo fabrica especialmente para vos. ¿Cómo? Te pide las medidas (si es algo para el cuerpo o cabeza) y te compra el hilo especial para el producto que estás pidiendo.
¿Qué está más en tendencia? Los tops, las polleras, las mallas y los pantalones de crochet (ahora en verano) y los cuellos, vinchas y mitones a dos agujas. ¿Qué diferencia hay entre las dos formas? Que el primero es para tejidos más finos, para el calor, y el segundo son hilos más gruesos para prendas más abrigadas.
Si hablamos de precios, ¿de cuánto estamos hablando? Es complicado, pero es algo así: los precios de los hilos aumentan todos los días (y depende el gramaje que tenga cada madeja). Específicamente hoy, una madeja de 100 g, te puede costar alrededor de $ 2.000 (como base).
Entonces, si tenemos en cuenta esto, para una falda de crochet corta, se utilizan (más o menos) 3 o 4 madejas, y la hora de tejido, está cotizada en los $ 3.000. Si suponemos que tarda 3 horas y media en fabricarla, el costo del producto estaría entre los $ 18.500.
Una malla, suponiendo que se utilice la mitad de materia prima que en una pollera, tendría un costo de entre $ 9.000 y $ 10.000. Sin embargo, estos precios pueden ir variando mucho dependiendo obviamente del producto que elijas y, qué sorpresa, la inflación.
¿Qué proyectos tiene Carola con su emprendimiento? Lograr que la reconozcan por sus piezas únicas y vanguardistas. “Me gustaría empezar a crear diseños que sean únicos, que marquen una huella y que hagan la diferencia.
¿Sabías que existe un grupo de Facebook de tejedoras?
Como el contexto argentino siempre forma parte de cualquier historia, este grupo es el aliado de las tejedoras. ¿Para qué sirve? Allí se pasan contactos de proveedores y se fijan los precios de las prendas para establecer precios comunes entre la comunidad cordobesa de tejedoras. Además, cuando surgen propuestas de compras al por mayor, se suman varias de ellas para comprar juntas y que la materia prima sea un poco más barata.
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