Según los números de Lavigne, el apoyo nacional al Moto GP que se corre en Termas de Río Hondo ronda los US$ 7 millones y traer la F1 demandaría una inversión de US$ 30, contando 10 para remodelar el autódromo. Y esas competencias -argumenta- sólo abren una ventana mediática para el país de un par de días, un fin de semana.
En cambio -continúa- el Dakar pone al país y sus paisajes (y no un circuito asfaltado) durante una semana, con 1.200 horas de cobertura televisiva y 250 periodistas que siguen la prueba.
Pero además, el paso del Dakar implica 3.000 personas consumiendo durante toda su trayectoria y 4 millones de espectadores a lo largo de su recorrido -este año- por Perú, Bolivia y Argentina.
Además de los aportes de los gobierno, el Dakar tiene otras dos fuentes de financiamiento: las inscripciones de los participantes (337 este año entre autos, motos, cuadriciclos y camiones) y los sponsors.
Este último es -quizá- el lado más flaco del negocio: solventado sobre el apoyo estatal, el Dakar 2018 tiene como principal patrocinador privado a Motul, una empresa de lubricantes que reemplazas a Total y que es casi desconocida en Argentina.
Como sponsors privados en Argentina están Monroe, Mota y Wega, marcas de segunda o tercera línea del sponsoreo, si se las compara con el Moto GP: Tissot, Michelin, BMW y DHL. Más lejos aún está la F1 que -por sólo nombrar algunos- convoca marcas como Rolex, Emirates y Heineken.
Para Lavigne la falta de sponsoreo en el Dakar no es una cuestión de foco o esfuerzo, sino de mercado: señala -por ejemplo- que YPF paga por estar en la selección de fútbol de Argentina menos de la mitad de lo que paga un sponsor equivalente en una selección europea que no lo tiene a Messi.
Pero el negocio no va mal: "estamos mejor que en 2017", dice el director de la prueba de automovilismo más dura y desafiante del año. Lo que no se vendió hasta ahora en sponsoreos, ya no se logrará sino hasta 2019, cuando el Dakar arranque en Ecuador, pase por Chile y vuelva a Argentina, donde siempre es recibido con los brazos (y las billeteras públicas) abiertos.
El Dakar dice ser la principal ventana mediática de Argentina en deportes (mejor que Moto GP y más barato)
Que el Dakar pase por Argentina entre el lunes 9 y el sábado 14 de enero implica una inversión del presupuesto nacional de US$ 4 millones, más otros 4 que suma Bolivia y 6 que le caben a Perú, el anfitrión de mayor cantidad de días. No se sabe, además, cuánto aportará Córdoba en efectivo o logística para ser lugar de cierre del evento. Pero para Etienne Lavigne, director de la prueba, este apoyo es barato para los países si se los compara con otras pruebas. A ver qué nos dijo...
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