Según estudios realizados por consultoras a nivel global, como Edelman, el 91% de consumidores confía más en las empresas que son transparentes y el 86% está dispuesto a pagar un poco más por productos de empresas que son transparentes. Pero, ¿a qué nos referimos cuándo hablamos de “empresa transparente”?.
“Este término de empresas de cristal describe una tendencia que ya tiene varios años a nivel mundial. Surgió a raíz de escándalos financieros como el de Enron, donde empresas inflaban sus ganancias de manera fraudulenta y eso impactó en cómo cotizaban en bolsa. Es un concepto embebido en la estrategia de comunicación de un montón de marcas que se suben a esa tendencia y tiene que ver con una respuesta a una necesidad de los consumidores, porque hoy la gente confía más en sus pares que en las instituciones”, explica Carlos Meira, CEO de Meira Productivity, y refuerza que existe una crisis a nivel global con esta cuestión ya que la gente no cree en los gobiernos ni en las empresas.
“Esta tendencia tiene que ver con un esfuerzo de las organizaciones para ser más transparentes, para mostrar cómo operan, cómo funcionan, de qué manera las cosas pasan puertas adentro, para que la gente crea más y genere confianza y más certidumbre de lo que cada organización ofrece. Un ejemplo muy común, casi trillado, pasa en la red social LinkedIn, donde decenas de compañías que le dan la bienvenida a un empleado nuevo, muestran una foto del “welcome kit”, carteles, regalitos, escritorio. Bueno, esas son cosas que antes no sucedían”, asegura el CEO.
Un claro ejemplo sucedió con Microsoft que tenía la premisa de reflejar en gran medida la conformación social del país donde estaba, con esa diversidad alimentaría la innovación de la compañía. Compartirlo desde el punto de vista de la diversidad es un enfoque, pero también está desde la innovación que generaba poder tener diferentes miradas, formas de pensar, sentir y todo eso llevarlo a la práctica y a la comunicación.
El especialista agrega que el 23% de los latinoamericanos confían en las empresas versus el 36% del promedio global: “A nivel regional y local, esto es mucho más relevante. No es ningún secreto los problemas de corrupción que tienen los gobiernos en América Latina y en particular Argentina, la historia que tienen los gobiernos en ese sentido, que tiene nuestra sociedad lamentablemente. Es mucho más relevante para una compañía local hacer esfuerzos en ese sentido, en comparación con compañías en otros países del mundo”.
Otro dato importante a tener en cuenta, según Sprout Social, software de gestión de redes sociales, las empresas que son transparentes en las redes experimentan un aumento del 20% en el nivel de interacciones con sus seguidores versus los que no lo son.
Con respecto a la cantidad de información que puede salir a la luz y la parte “b” o negativa que puede tener esto, Carlos afirma que “hay que trabajar para la mayoría. En un mundo donde la información fluye de manera tan ágil a través de las redes sociales, siempre va a haber detractores y libres pensadores de todas las cosas que hacen las organizaciones, pero que no te puede detener eso. Hay que trabajar para la mayoría que va a estar contenta, que va a ver lo bueno que está haciendo la organización, lo que está haciendo el otro”.
Cómo impacta esta tendencia en la educación
“En Meira Productivity nos especializamos en empresas con negocios B2B o de servicios y específicamente en educación. Trabajamos con colegios y universidades muy importantes en Argentina desde hace muchos años y los ayudamos principalmente en su estrategia de generación de demanda. Dentro de las cosas que uno tiene que hacer para conseguir nuevos alumnos, ya sea un colegio o universidad, la forma en que encara la comunicación es fundamental. Las redes sociales son un vehículo perfecto para compartir esa transparencia que deben tener, creo que, por sobre todas las cosas, las instituciones educativas, que son un pilar de la sociedad. Hoy muchas, a veces de manera artesanal y a modo de vidriera, muestran a los padres qué es lo que los chicos hacen dentro del colegio en horario escolar”, finaliza Carlos Meira.
Tu opinión enriquece este artículo: