Estancia La Blanca se encuentra ubicada sobre ruta 11, a pocos km de la localidad de Monte Maíz, departamento Unión, en el sudeste cordobés y es visitada por vecinos de esa localidad, como así también de la zona, que buscan realizar una actividad diferente los días de semana.
Pero la región tiene mucha presencia de profesionales relacionados a la agroindustria, por lo que durante la semana, el hospedaje de Estancia La Blanca se convirtió en un lugar muy recurrido para quienes viajan al interior por capacitaciones y negocios.
Al frente de la Estancia, se encuentra María Elena Carignano, quien estudió turismo y hotelería y cuenta con más de 20 años de experiencia en turismo y siempre tuvo la visión de transformar la vieja casona familiar en un lugar que pueda recibir gente de diferentes lugares en busca de un poco de tranquilidad, experimentando el turismo rural.
“Este es un proyecto que mi familia siempre tuvo, desde que éramos chicos, pero cada uno tiene su profesión, su vida, y muchas actividades, y a veces eso hace que se dilaten las ideas. Pero hace 4 años, yo tuve ese tiempo y esas ganas de concretarlo y nos pusimos a trabajar en eso. Restaurar la casa nos llevó más de dos años, en su totalidad, ambientación y reforestación con nuevas plantas, pero entre toda la familia lo hicimos, cada uno aportando su parte y hoy estamos felices con este proyecto familiar”, nos cuenta María Elena Carignano orgullosa.
El lugar hoy ya tiene varios años de experiencia en el sector turístico, brindando servicios de hotelería y gastronomía y sin duda su atractivo es el casco de estancia que cuenta con 20 hectáreas de campo parquizadas para disfrutar al aire libre y entrar lentamente a conectar con el cantar de los pájaros, los animales y relajar un rato; es una invitación a dejar por un momento la rutina y vivir una experiencia en modo zen.
Los fines de semanas ofrecen desayunos y meriendas con una variada carta de té acompañada de pastelería, mermeladas caseras, pan de campo y bocaditos salados. También realizan almuerzos campestres, donde generalmente la carne es protagonista pero el menú va cambiando según las estaciones del año y cada fin de semana.
Cuenta con servicio de catering, camareros y la posibilidad de disfrutar la pileta en verano y anexar una carpa contigua a la antigua casona para grandes eventos sociales, familiares o corporativos.
La propuesta gastronómica del lugar es muy buena ya que utilizan materia prima local de primera calidad, y el plus a este sitio se lo otorgan las actividades que se realizan en el parque y los cálidos ambientes para merendar y desayunar, decorados con un marcado estilo campestre y muebles de época.
María Elena vivió mucho tiempo en el exterior donde vivenció este tipo de propuestas y luego lo desarrolló como negocio propio: “Tenemos muchísimas visitas de Monte Maíz, de los pueblos cercanos y de otras provincias últimamente. Ahora estamos recibiendo a numerosas familias que se reencuentran luego de mucho tiempo, entonces ese día especial de encuentro se realiza acá, donde todos pueden disfrutar”, afirma.
Cuenta con 5 habitaciones recientemente restauradas, ambientes elegantes, con historia, en las que uno se puede hospedar o bien tener en cuenta para regalar una experiencia, ya que ofrece la opción de gift card como para realizar un presente a un ser querido y otras opciones que van comunicando a través de las redes sociales; algo distinto para la zona.
“En este 2023 comenzamos a desarrollar un nuevo proyecto que es la creación de una nueva zona, estamos haciendo una plantación de malezas autóctonas de la zona, con senderos para poder caminar y conocerlas y un paseo de flores para aprender sobre ellas, a lo que luego le sumaremos actividades, como concursos, entre otras cosas, y en poco tiempo lo tendremos listo para quienes nos visitan, porque siempre buscamos ofrecer algo más”, señala María Elena sobre lo nuevo para Estancia La Blanca.
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