El índice FADA, que mide la participación del Estado en la renta agrícola, marcó para el mes de marzo un 66,2%, por encima del 63% de diciembre y por debajo del 67,7% de marzo del año pasado.
La renta es el resultado de restar al valor de la producción los costos en que se incurre para producir, transportar, comercializar y administrar la producción. Estos costos representan un 47,5% del valor de la producción, el resto es la renta, que se divide entre el Estado, el dueño de la tierra y quien la produce, que puede ser la misma persona.
En el nivel más alto está la soja, donde la participación del Estado es del 71%, principalmente por la permanencia de retenciones con una alícuota del 30%. Le sigue el trigo (68,7%), el girasol (51%) y maíz (46,4%).
De esta manera, la participación estatal en la renta agrícola, explica el informe, se sitúa en valores previo a la denominada "guerra contra el campo", donde el Gobierno nacional apuntó contra el sector productivo agropecuario. Entre 2008 y 2014, el promedio fue de 75%.
"Desde mediados de 2014 a fines de 2015, coincidiendo con el peor momento del cepo y del atraso cambiario, dónde combinado con la caída de precios a nivel internacional,el índice alcanzó niveles de entre el 80% y 90%". Desde diciembre de 2015 -con la eliminación de los cepos y cupos de exportación y la quita/reducción de derechos de exportación- bajo el promedio al 65%". (GL)
La participación del Estado en la renta agrícola se estabiliza en valores previos a la “guerra contra el campo”
De cada $ 100 de renta que genera la agricultura argentina, $ 66,2 se los lleva (o redistribuye) el Estado, según datos de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina.
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