La organización surgió en Brasil en 2003. Tiene presencia en Argentina (donde cumplirá 10 años el próximo mes), en Paraguay y pronto comenzará a tener actividad en Uruguay.
Para ser parte del grupo privado es necesario en primer lugar tener el cargo de CEO, presidente o country manager en una empresa nacional que registre una facturación de al menos US$ 100.000.000 anuales, o una subsidiaria local con una facturación global de US$ 300.000.000 por año.
Pero además, la empresa deberá trabajar con programas de Responsabilidad Social Empresaria y el “número uno” tener una buena reputación.
“El propósito superior del grupo es el fortalecimiento de liderazgos éticos de líderes del sector empresario del mundo privado, que estén iluminados por principios y valores y de esa manera ocupen un lugar en el sistema de toma de decisiones del país. Y al mismo tiempo pretendemos ser inspiradores de las nuevas generaciones”, explica Rodolfo de Felipe, presidente de Lide Argentina.
A cambio de la membresía de las empresas, la entidad brinda oportunidades de networking y de contenidos de alta calidad y excelencia con otros líderes empresariales.
Durante un “año normal” trabajan con 10 verticales como agronegocios, energía, recursos humanos, marketing, conocimiento, mujer, entre otros. Cada división tiene la conducción de un líder y un foro anual que se baja en cuatro ejes: transformación digital, transformación cognitiva, transformación ética y futuro. A su vez cuentan con un cronograma de otros 20 eventos entre desayunos y encuentros de networking.
Cristiano Rattazzi, Facundo Manes, Gustavo Grobocopatel, Thomas Owsianski, Bettina Bulgheroni, Marcelo Elizondo son algunos de los 182 líderes que conforman hoy Lide Argentina.
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