No cumplimos con ninguna meta y nada indica que lo vayamos a hacer: al FMI se le prometió un déficit fiscal primario del 1,9% y será 3% (del PIB), si Massa no hace proselitismo fiscal que empeore el número.
Le dijimos que el financiamiento monetario del BCRA al Tesoro no iba a superar el 0,6% y va camino al 4,5% (en relación PIB).
Y nos comprometimos a acumular reservas por US$ 2.600 millones hacia fin de año y -al ritmo actual- los cálculos de Sandleris indican que estaremos en un negativo de US$ 6.500 millones.
Con ese “boletín” la delegación argentina negocia con el FMI la revisión trimestral y para el ex titular del BCRA durante la gestión de Mauricio Macri, se abren tres escenarios posibles:
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Que el acuerdo se caiga y Argentina entre en default con el organismo, algo muy poco probable en términos políticos.
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Lograr un acuerdo aceptando una devaluación para mejorar la acumulación de reservas y que eso traiga desembolsos extras previstos en el programa.
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Conseguir un acuerdo sin fondos extras, con nuevas metas y algún tipo de devaluación fiscal (vía impuesto a las importaciones o vía reducción de retenciones o ambas cosas conjugadas).
Para Sandleris, es más probable este último escenario, aunque descuenta que la gestión de Sergio Massa “dibujará” los costados positivos y soslayará los incumplimientos.
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