Los desafíos le dan adrenalina, la motivan. Isela Costantini actualmente está armando GST Servicios Financieros, un holding de cinco empresas. Una de ellas es BST (Banco de Servicios y Transacciones) al cual está reestructurando: “Es un banco chiquito que tuvo 33 sucursales en todo el país, prácticamente una por provincia. Hemos cerrado las sucursales y lo estamos reconvirtiendo en banca corporativa 100%”, cuenta entusiasmada.
En diálogo con InfoNegocios, Isela asegura que volvería a trabajar en una multinacional, siempre y cuando pueda quedarse a vivir en Argentina. ¿Si hay algún sector que la seduzca más que otro? Sí, al parecer el industrial: “Siempre me movieron los desafíos que me hicieran sentir esa adrenalina de pensar que tengo algo difícil a lo que tengo que buscarle la vuelta. Ningún sector en particular, pero tengo un cariño por la industria porque la fábrica estuvo muy dentro en mi día a día”.
Un líder en vos
El viernes a las 18,30 en la Librería Quade del Paseo Rivera Indarte, Isela Costantini presentará “Un líder en vos”. Ella asegura que este libro nació mucho antes de que se propusiera escribirlo, que son ideas que la fueron acompañando a lo largo de los años. Habla de la forma de ser y de construir liderazgo y, como adelanto, eso le preguntamos.
- ¿Cualquiera de nosotros puede ser un líder?
- Sí, obviamente que la diferencia está en cuán buen líder se puede ser, pero creo que todos podemos ser líderes. Hay algo dentro de nosotros que nos hace liderar nuestra propia vida: cada uno tiene una hora a la que se despierta, decide la ropa que tiene que ponerse, si va a llegar temprano o tarde al trabajo... O sea, todos de alguna forma tenemos nuestro gen de poder liderarnos, el tema es que hay gente que tiene esas características naturales pero no las quiere desarrollar o no le importa seguir trabajándolas.
- Algo así como un niño que tiene talento para algún deporte, por ejemplo...
- Exacto. Puede tener potencial para algún deporte, pero si no practica, si no tiene disciplina, no va a ser un líder. El hecho de que uno nazca con características naturales de liderazgo, no necesariamente lo convierte en un buen líder. Pero el que quiere, tiene un potencial muy grande.
- ¿Cómo lo descubrimos? O mejor aún... ¿cómo hacemos para que nos descubran?
- Primero hay que conocerse a uno mismo, ser honestos con nosotros porque a veces mirar en el espejo lo que a uno no le gusta de sí mismo, duele. Pero cuanto antes uno diga “me conozco”, eso hace que uno pueda saber por dónde desarrollarse para ser mejor. Y parte de cómo conocerse es escuchar a otros que te digan en qué sos bueno, en qué no, qué tenés que hacer para mejorar. En General Motors teníamos evaluaciones 360º donde vos le pedías a 5 personas que te evaluaran en forma confidencial. Me acuerdo que elegía los que menos me querían, o los que más podían criticarme, o los que me veían en situaciones difíciles. Voy a escuchar los feedbacks duros. Si uno tiene la conciencia de que no es perfecto, puede trabajar para atenuar algunos aspectos que son detractores de carrera.
- En una parte de tu libro contás que pasaste casi todo tu camino profesional enfocada en resultados, pero eso fue cambiando un poco después, ¿cuál es la importancia de poner el foco en las personas y los equipos?
- Eso lo vi por primera vez en GM, a los dos años que estaba. Veía que los resultados eran importantes, pero para lograrlos había que hacerlo considerando a la gente. Y con el pasar del tiempo fui comprobando que cuanto más comprometidos están los empleados, más éxito tienen las empresas. Es una ecuación interesante. Entonces empecé a ver que el efecto persona tiene una correlación muy importante y muy fuerte con relación al éxito de una empresa y de un líder. El éxito sustentable tiene que pasar por entender más a las personas.
Tu opinión enriquece este artículo: