No hace falta ser un experto para entender que el sector inmobiliario argentino atraviesa un contexto complicado. En Córdoba, a lo largo de 2021, los precios se devaluaron cerca de un 9%.
Una de las causas del fenómeno, pareciera ser un aumento de la oferta, producido por dueños que buscan desprenderse de los mismos.
Paralelamente, el precio de los alquileres crece por encima de la inflación -lo que complejiza aún más su demanda-, y complica el retorno de las inversiones. A esto se suma la vigente -y muy discutida- ley de alquileres, y los proyectos que revolotean en torno a la misma con la intención de modificarla o, directamente, derogarla.
En paralelo, del otro lado del Río de la Plata, parece estar consolidándose un escenario diametralmente opuesto. En Uruguay la demanda de alquileres empezó a incrementarse de manera sostenida tras la pandemia. “Vemos un contexto de alta demanda para los inmuebles; la buena rentabilidad hace que el retorno de las inversiones sea más rápido, y que el negocio se aún más atractivo”, comenta en diálogo con InfoNegocios Ricardo Domínguez, director de Rica Consultores.
Esta dualidad hace que cada vez más empresarios argentinos vean al país vecino como una alternativa para invertir en inmuebles.
Con esto en claro, desde Rica -firma especializada en temas fiscales y legales- lanzaron su webinar “Oportunidades en la construcción en Uruguay”, un evento virtual apuntado a inmobiliarias, grupos inversores y empresas constructoras de toda la región.
Beneficios fiscales
Domínguez remarca que “hay muchos argentinos comprando inmuebles en Uruguay, porque les dan una buena rentabilidad”, y especifica que -independientemente del contexto favorable-, también existen exoneraciones tributarias concretas que favorecen este escenario.
“En lo que respecta a impuestos al patrimonio, el gobierno está promoviendo una exoneración por varios años para quienes inviertan en cualquier inmueble”, especifica, y agrega: “existen otros beneficios fiscales similares, que también pueden aprovecharse, pero que están apuntados únicamente a viviendas finales. Es decir, a personas que puedan probar que van a desarrollar su vida en el Uruguay”.
Domínguez destaca que estas opciones están disponibles para cualquier inversionista, independientemente de su nacionalidad, lo que lo hace especialmente atractivo para extranjeros. Además, dice que las expectativas para lo que queda de este 2022 son muy buenas en este plano, justamente porque la vigencia de estos beneficios caducará antes del fin del mismo.
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