Al frente de la empresa hoy está la segunda generación familiar, los cuatro hijos de Adrián Tavella. Ellos son Sebastián Carlos, Pablo Emanuel, Hernán Gabriel y Carolina Paola Tavella.
La familia empresaria expandió su negocio a través de cinco empresas, tres en Argentina y dos en el exterior. Aunque legalmente registrada bajo el nombre Sirolo S.A., Pamplona es la marca que representa su línea de juegos mecánicos, entre ellos los populares toros mecánicos.
“Pamplona surgió aproximadamente en 2012 por una necesidad de nuestros clientes, principalmente salones de eventos que comenzaron a pedir juegos mecánicos”, explica Pablo Tavella. Fue entonces cuando desarrollaron su primer toro mecánico, producto que ha evolucionado significativamente en los últimos 12 años.
De Córdoba al mundo
Si bien existen algunos talleres que los hacen de manera artesanal, Sirolo es la única fábrica en serie de toros mecánicos del país. La innovación es un pilar fundamental para Pamplona. “Contamos con un departamento de ingeniería y de diseño que nos permitió desarrollar productos patentados que no se encuentran en ninguna parte del mundo”, menciona Pablo, destacando dos de sus invenciones: un toro mecánico especial para espacios reducidos y un toro avanzado con tecnología de punta exportado a Estados Unidos. Este último, con música y placas electrónicas con movimientos automáticos y sensores de caídas para mayor seguridad, representa uno de los productos más tecnológicos del mercado.
Con una planta de 3.800 m2 en Córdoba y otras instalaciones de Córdoba y Unquillo que suman cerca de 5.000 m2 cubiertos, Pamplona cuenta con siete juegos mecánicos y una gran variedad de inflables personalizados.
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Toro STD
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Toro americano
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Toro premium automatico
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Toro pamplonita
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Reloj mecánico
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Cazador de topos
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Simulador de surft
Además, la empresa produce alrededor de 15 juegos mecánicos por mes. “Fabricamos en lotes y tenemos una amplia gama de productos personalizados”, señala Tavella, quien también resalta la capacidad de la empresa para atender tanto al mercado local como a exportaciones a países como Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia, Perú y Estados Unidos.
Los precios de los juegos mecánicos de Pamplona oscilan entre los $ 3.5 millones y $ 7 millones de pesos, mientras que los inflables varían entre los $ 600 mil y $ 5 millones de pesos, dependiendo del tamaño y la personalización.
La hoja de ruta de Sirolo dice que los próximos juegos que sumarán a su portafolio serán los sambas y carruseles.
Una buena inversión con tecnología y seguridad asegurada
El perfil de los clientes de Pamplona es diverso, desde salones de eventos infantiles hasta emprendedores que ven en estos juegos una oportunidad de negocio. “Muchos de nuestros clientes son personas que han dejado sus trabajos para invertir en este tipo de emprendimiento, ya que genera mucha ganancia y puede realizarse como una actividad adicional durante los fines de semana”, explica Tavella.
La tecnología y la seguridad son aspectos clave en la fabricación de los productos de Pamplona. “Somos tres ingenieros, por lo que toda la parte de seguridad eléctrica y mecánica está verificada bajo normas estrictas”, comenta Tavella. La empresa utiliza maquinaria de última generación comparable a las plantas automotrices más avanzadas, lo que garantiza productos de alta calidad y precisión.
En cuanto a los ingresos, Pamplona genera aproximadamente 750 mil dólares anuales, lo que la convierte en una unidad clave dentro de Sirolo S.A. Con una misión clara de empoderar a los emprendedores y brindarles la oportunidad de crear su propio negocio, Pamplona sigue expandiéndose tanto a nivel nacional como internacional. “Nuestro objetivo es generar más emprendedores en Argentina, brindándoles un servicio que, a su vez, ofrece momentos de felicidad a los niños”, concluye Tavella.
La empresa está ubicada en Orderico Santini 971, provincia de Córdoba y para más información: www.pamplonajuegosmecanicos.com.
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