Mientras esperan una coyuntura más favorable para la exportación (“Nuestros precios no son competitivos afuera por el tipo de cambio”, aseguran), hacen foco en el interior del país.
Hoy el modelo de negocio de la marca se asienta en la venta de productos a través de franquicias exclusivas de Paclin (hay 70 en toda la Argentina) y a través de locales multimarca.
A esa cadena de comercialización se suman los centros de distribución que planean abrir el próximos lustro, a un ritmo de uno por año. El primero verá la luz en 2016 y estará localizado en una de las zonas que ven con mejores ojos por el potencial y la rentabilidad que deja: la Patagonia. Desde la marca afirman que es un destino “desatendido” en muchos sentidos y allí apuntan.
El primer centro de distribución (luego de la casa central en Córdoba) estará en la ciudad de Cinco Saltos, Río Negro. “Hemos detectado que en esas zonas, a un cliente le toma un mes aproximadamente recibir un pedido, y lo que nosotros tratamos es entregar en 48 horas. Para ello debemos descentralizar en distintas sedes. La primera de Cinco Saltos contará con un depósito de 600 m2 cubiertos, más un área logística/administrativa, un laboratorio para poder capacitar y dar charlas y un show room. La inversión será cercana a los 2 millones de pesos”, nos cuenta Federico Haefeli, gerente de ventas.
Los siguientes centros de distribución con los que piensan seguir conquistando mercado nacional estarán en Mendoza, Buenos Aires, la Mesopotamia (Chaco o Corrientes) y el último aún no está definido, pero seguramente estará enclavado en el noroeste: Tucumán, Santiago del Estero, La Rioja o Catamarca.
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