Parece que los octógonos negros funcionan: 38% cambia de productos y marcas (interesante informe de Kantar)

A los consumidores no les da lo mismo consumir un producto u otro, y menos cuando los octógonos negros amenzan luego de la entrada en vigencia de la Ley de Etiquetado Frontal. Así lo demuestra una encuesta realizada por Kantar a nivel nacional en abril pasado: 4 de cada 10 consumidores cambiaron alguna marca o producto después de leer los octógonos y 8 de 10 piensan en reducir el consumo. Pero hay más datos de consumo para esta industria.

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Las góndolas de los supermercados ya están llenas de productos con octógonos negros. La proporción de argentinos que vio sellos supera en 10 puntos porcentuales a quienes conocen la ley. Hasta el momento 4 de cada 10 cambiaron alguna marca o producto; sin embargo, la proporción que piensa en reducir frecuencia de compra o volumen escala al doble.

A esta altura, casi todos los argentinos ya han visto productos con octógonos, triplicándose de enero a abril la proporción que vio muchos productos con sellos (22% vs. 66%) y siendo la población más joven (18 a 34 años) los que manifiestan mayor percepción al respecto en la última encuesta (en enero, hecha por Kantar también).

Dime cuántos octógonos tienen y te diré si te compro
4 de cada 10 argentinos que vieron productos con sellos cambiaron alguna marca y/o producto, ascendiendo a 5 de cada 10 entre quienes están más informados sobre la ley.

Los sellos generan en gran medida sentimientos negativos hacia las marcas preferidas o que se consideraban saludables, y se empieza a pensar en modificar hábitos de compra, llegando a 8 de cada 10 quienes creen que podrían disminuir la frecuencia y/o el volumen de compra de productos con octógonos.

Se percibe que a mayor nivel de conocimiento de la ley, mayor percepción negativa y disposición a modificar hábitos de compra y/o consumo.

Asimismo, se observa que entre los consumidores que decidieron cambiar sus hábitos debido a los sellos, se incrementa la percepción negativa sobre las marcas y se muestran mucho más propensos a disminuir frecuencia y/o volumen de compra o incluso hasta llegar a abandonar la marca.