Blefaro, en griego, significa “párpado”. La blefaroplastia es entonces, la cirugía de los párpados. Y pueden operarse ambos: los superiores y los inferiores (o “bolsitas”). El superior puede intervenirse cuando se empieza a notar una “pielcita” o pliegue y se suele hacer antes que el inferior, para retirar ese excedente mínimo de piel. La cirugía es mínimamente invasiva. “La piel, al ser un órgano elástico, con el tiempo pierde su elasticidad y hace que se forme la arruga, o sea, un pliegue sobre sí misma. De acuerdo al momento determinado en el que se haga la consulta se define qué es lo que hay que operar”, comienza el Dr. Juan Carlos Dalla Lasta, cirujano plástico de Las Rosas Clínica Estética, en diálogo con InfoNegocios.
En el caso del párpado inferior, se suele generar una “bolsita de grasa” que da un aspecto de cansado, como un pequeño bulto. En este caso se realiza la técnica de blefaroplastia transconjuntival, que extrae la grasa y no deja marcas por fuera, o sea, no se toca piel.
El paso a paso de la blefaroplastia
Primero se hace una consulta para evaluar y definir si hay que operar el párpado superior o inferior, de acuerdo a la situación de cada paciente. Para Dalla Lasta, entre los 40 y 50 años se suele realizar la cirugía transconjuntival, ya que se genera esa “bolsita de grasa”, mientras que a partir de los 50 años es más común la operación de los dos párpados. “Hay algunos casos en los que ocurre que, por una debilidad muscular congénita, aparecen estas bolsitas en temprana edad, por una cuestión hereditaria y también se puede operar. La blefaroplastia, al ser una cirugía, solo la puede realizar un cirujano plástico”, indicó.
Previo a la cirugía se deben realizar dos estudios: un análisis de sangre y un electrocardiograma. Una vez realizados, se pacta la fecha de la misma y hay que presentarse en ayunas.
La anestesia es local con sedación, el paciente se encuentra dormido mientras se realiza la intervención, es un pequeño corte con puntos que se retiran a los 7 días. La intervención dura una hora y el paciente debe quedarse internado, para recuperarse, hasta la tarde. El reposo es por 24 horas y a las 48 horas se puede volver a la actividad normal. Para ver los resultados definitivos se debe esperar un mes aproximadamente.
“La mayoría de los pacientes tiene una edad promedio entre 50 y 60 años, en adelante, donde el exceso de piel es más notorio, tanto hombres como mujeres”, comenta el doctor.
En cuanto a algunos tratamientos conocidos, como ácido hialurónico o botox (que retrasan el envejecimiento), Dalla Lasta asegura que “son complementarios, no reemplazan a lo quirúrgico, es decir, se puede colocar primero y luego optar por la blefaroplastia, es algo que cada vez está en más auge hoy, sobre todo en la mujer, ya que busca verse bien y mantenerse más joven en el tiempo”.
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