Desde hoy, los cordobeses pagaremos la energía más cara debido al incremento del precio de la generación eléctrica, al que se le quitaron prácticamente todos los subsidios y pasó de $ 320 a $ 1.427 por megavatio/hora, es decir un aumento del 345%.
El impacto de ese tarifazo debería estar en línea con el costo del insumo: es decir, si la energía mayorista aumenta 345% pero sólo es el 20% del total del costo final, los cordobeses -en promedio- deberían notar un incremento máximo del 50%.
Lo que te llega en tu factura no incluye sólo la materia prima – como en el ejemplo inicial, aunque hay que hacer la salvedad que no es lo mismo ponerle agua al café que transportar energía – sino una serie de “extras”.
Epec llama a esto el Valor Agregado de Distribución (VAD), entre los que están materiales, maquinarias y, especialmente, los excepcionales salarios de los empleados de Luz y Fuerza.
Un trabajo realizado en conjunto por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera (ASAP) y el Instituto Argentino de la Energía (IAE) General Mosconi mostró cómo los márgenes de distribución de la mendocina Edemsa y la cordobesa EPEC son altísimos. Las ditribuidoras que ya tienen tarifas al consumidor como si los aportes nacionales no existieran se beneficiarían si aplican una suba más allá del alza de la energía. En ese sentido, Aranguren dijo que en Córdoba no superaría el 35%.
La Nación autorizó a Edenor y Edesur a actualizar su VAD ya que no lo hacía desde hace una década. El caso de Epec es diferente: las actualizaciones se dan periódicamente y la duda es: ¿estará dispuesta la empresa estatal de Córdoba a “remarcar” más allá de la actualización de su insumo principal sabiendo que es una inequidad? Lo sabremos esta semana. (GL)
Tu opinión enriquece este artículo: