De acuerdo con este economista, “la idea principal de esta terapia es que las reformas deben introducirse simultáneamente, ya que los cambios fragmentarios son ineficaces y solo una suerte de big bang puede superar la resistencia. Se argumenta que los gobiernos deben tratar de aprovechar la ventana de oportunidad para establecer reformas tan rápido como sea posible e intentar crear irreversibilidad”.
“El gradualismo ofrece una opción que no tiene la terapia de shock: la posibilidad de dar marcha atrás tempranamente, a un costo menor. La estrategia tipo big bang implica que puede ser muy difícil revertir algunos pasos, una vez que se introduce el paquete de reformas. Por lo tanto, los errores pueden llegar a ser muy costosos. La irreversibilidad es una ventaja solo si se acierta con las medidas, pero puede convertirse en un boomerang si ello no ocurre”, precisa Beker.
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