El chef, si bien nació en Neuquén, vino a Córdoba a estudiar y desarrolló aquí toda su carrera, por lo que se siente un cordobés por adopción. Trabajó en Sibaris (Windsor Hotel), Rocamadour y, más recientemente, volvió de la Isla de Pascua donde estuvo haciendo un relevamiento gastronómico para una cadena de hoteles que busca insertar allí sus productos envasados al vacío.
Pero el chef de Diego no se va solo. Su novia, Luciana, una chubutense que trabajó como pastelera en Ele Multiespacio en Comodoro Rivadavia, lo acompañará y será la jefa de los pasteleros. El grupo a cargo del restó se completa con un tercer argentino, que actualmente reside en España, y será el subchef. Juntos los tres se harán cargo de los recursos humanos y terminarán de armar el equipo de cocina y salón.
- ¿Cuánto vale dejar todo, armar las valijas y empezar de nuevo en otro continente? - le preguntamos.
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