Un buen momento para “robarse” a los mejores vendedores.

Azul es una de las mejores vendedoras de mi Afjp. Y aunque su sueldo básico apenas si llega a los $ 1.000, con las comisiones por traspasos redondeaba entre 6 y 8 lucas por mes. Hasta el lunes pasado, claro, porque aunque el régimen todavía está vigente, no le vende un traspaso ni a un marciano. Y como Azul, entre los 11.000 empleados de las diez Afjp que sobrevivieron a las fusiones hay algunos centenares de los mejores vendores a destajo del país que -hoy por hoy- no tienen producto para ofrecer a su cartera. “Los administrativos y los más cómodos se van a meter en el Anses -me dijo Azul-; yo ya estoy vendiendo otros productos del grupo, pero también empecé a mirar otras opciones de laburo... si no vendo, no cobro... si sabés algo como para mí...”.

Alfa Pampa: fabrica más de un millón de alfajores por mes y quiere seguir creciendo (facturación proyectada: $ 4.000 millones en 2026)

En un país donde el alfajor es mucho más que “un producto”, lograr diferenciarse parece una tarea titánica. Sin embargo, desde una planta bonaerense y sin grandes campañas de marketing, Alfa Pampa consiguió construir una marca con alcance nacional, presencia internacional y una premisa clara: competir en calidad sin entrar en la carrera del alfajor más barato.