Poco tiempo dejaron pasar, tras las elecciones, el radical Rodrigo de Loredo y el jefe del Frente Cívico, Luis Juez, para comenzar a reclamar por mayores espacios de participación del interior en la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio. O sea: de aquellos dirigentes que desde las provincias han podido exhibir victorias, algunas rotundas. Como ellos.
Durante el fin de semana, De Loredo insistió con el planteo que comparte con su socio electoral: dijo que “Cambiemos” (curiosamente llama a Juntos por el Cambio por su vieja denominación) tiene “un diseño viejo y porteñocentrista”.
El reclamo contra el Puerto se extiende, en realidad, también a la provincia de Buenos Aires, desde donde en ocasiones se transfieren algunos dirigentes con trofeos menores para participar de reuniones de la Mesa Nacional.
El sesgo que inquieta a los cordobeses se explica por el peso que el PRO de CABA ha tenido desde la hora cero de esta alianza, primero con Mauricio Macri llegando hasta la presidencia de la Nación, y ahora con Horacio Rodríguez Larreta apuntado como uno de los más probables candidatos para el 2023. De todos modos, los últimos resultados electorales envalentonan a los aliancistas de las provincias donde Juntos por el Cambio ha recogido los mayores favores de la ciudadanía.
De Loredo saca chapa con que en Córdoba “nunca antes en democracia se obtuvieron 54 puntos en una elección parlamentaria”. El domingo 14 de noviembre la provincia de Córdoba ratificó con las boletas de Luis Juez y Rodrigo de Loredo (Senado y Diputados, respectivamente) que es una de las capitales de la alianza Juntos por el Cambio (UCR, PRO, Frente Cívico y Coalición Cívica-ARI).
Por eso, ambos han reclamado una mayor participación en el concierto nacional. Por cierto, en la Mesa Nacional está sentado Mario Negri, aunque no por Córdoba sino en su condición de presidente del interbloque de diputados nacionales, y justamente es el vencido por los actuales “federalistas”. Y la renovación cuya bandera agita De Loredo afecta e inquieta a Negri.
¿Acaso quieren sentarse ellos mismos en esa mesa? Allí la respuesta se torna esquiva, probablemente por etiqueta, y hasta se agrega la posibilidad de que Rogelio Frigerio, vencedor por amplísimo margen en Entre Ríos, resulte uno de los representantes de las provincias del interior.
De Loredo ha manifestado que “debe haber un Cambiemos más federal” en donde estén ubicadas “las figuras con mayor competitividad electoral”.
El cambio interno, asegura, quedó validado en las PASO, cuando la dupla Juez/De Loredo derrotó a Negri/Santos, que tenía la porteña bendición de Mauricio Macri. “Nos impusimos localmente ante una opción de Cambiemos más oficial o aggiornada a ese diseño viejo de la institucionalidad de Cambiemos”. Otra vez, lo nuevo contra lo viejo.
La federalización reclamada apunta también, según deslizó un operador deloredista, a que se reconozca que las decisiones fundamentales, como las candidaturas, deben tomarse en cada distrito. “No queremos enlatados”, graficó ese vocero. En el caso de De Loredo, ni en 2019 ni en 2021 contó con los favores del centralismo aliancista y debió enfrentar a los candidatos oficiales; aunque no puede ignorarse que, en la primera ocasión, para la elección municipal, el que traía el sello macrista en la frente era el mismísimo Luis Juez, pero las contradicciones del viejo representante de la nueva política no sorprenden a nadie.
Este juego tendría el respaldo del larretismo, del gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, y del kirchnerista arrepentido, Miguel Pichetto. Además, De Loredo se inscribe en el equipo de Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, que quiere tanto la conducción del Comité Nacional como la conducción de los bloques parlamentarios.
Otros asuntos en la agenda
La discusión por la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio no es, precisamente, la única en la agenda. También deben discutirse las autoridades de los bloques, y en el caso de la UCR la nueva conformación del Comité Nacional.
“En lo que respecta a mi partido, está en un proceso muy virtuoso de generar recambios de figuras nuevas con alta competitividad. Sería un error muy grande no reconocer este gran potencial en los bloques y en el partido”, disparó De Loredo.
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