Desalojar a los K de uno de los pocos reductos políticos importantes que el kirchnerismo llegó a tener en la provincia, había sido una tarea de Hugo Juri, pero ahora Boretto perfeccionó esa victoria y logró hacerse fuerte en diez de las quince unidades académicas, tenga o no una adhesión explícita a las autoridades electas.
A las ocho unidades académicas que integraron la liga oficialista en los dos mandatos de Juri (Médicas, Derecho, Económicas, Exactas, Arquitectura, Agronomía, Lenguas y Odontología), se le han sumado Comunicación y (ya en los resultados, pero pronto de manera explícita) Psicología. La oposición solo lidera Químicas, Filosofía y Sociales, Famaf y Artes.
Para cualquier autoridad electa, reducir el poder de la oposición es un dato muy interesante, mucho más para un dirigente práctico y eficiente en términos políticos puros. Esto debería augurar un futuro interesante para el oficialismo y de amplio margen de decisión para cuando el rector designe próximamente a su gabinete.
El resultado general indica que el oficialismo obtuvo el 63,26% de los votos contra el 36,73% de la oposición. Estos porcentajes son, obvio, calculando por el sistema de ponderación simple, que es el vigente. Pero utilizando lo que pretende la oposición, que es un sistema de ponderación doble (por claustro y por Facultad), también se puede estimar la calidad de la victoria, porque el resultado daría 56,5% y 43,5%.
Claro que esto sería degradar el sistema electoral a un esquema cuasi corporativo. Es decir, que el voto de un estudiante de Famaf, por ejemplo, que tendrá 200 estudiantes, valga 200 veces el voto de un alumno de Médica. Esta deriva sería ir directamente a un formato ya no coorporativo sino de voto calificado. Una aberración por la cual a un kirchnerista, se entiende, no le temblaría la pera.
Que el voto no tiene un comportamiento de representación de los intereses sectoriales lo indica de manera flagrante que los resultados son muy parecidos en todos los claustros y estamentos docentes: 60% a 30,5% en términos muy redondos. La excepción son los no docentes. Esto describe una conducta histórica de este claustro: siempre votan a los oficialismos.
Hay algunos datos marginales pero interesantes, que suman al haber electoral de Boretto. Su rival, León, es químico pero docente en Agronomía. Sin embargo, allí perdió por paliza. Acá habrá que reconocerle un plus a su ex rival en la interna del oficialismo, el ex decano de esa Facultad Marcelo Conrero. El otro dato es que en Químicas, gana el rector electo en estudiantes, empata en egresados y casi empata en docentes.
Boretto y Marquisio asumirán el 31 de julio, por lo que a la administración Juri aún le queda un mes y medio largo de gestión. En el intermezzo seguramente se cocinará la orgánica del gabinete y su integración. Es razonable suponer que, en el primer caso, el esquema variará en función de los objetivos que priorice el nuevo rector. Para el otro es muy probable que haya continuidad de algunos de los funcionarios de Juri.
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