Ni alta ni chata, justa

Cristian Augustinoy: “Gente, me parece que todos están pensando la ciudad como una entidad física en sí misma y no como un contenedor del hombre que la usa; mientras nadie piense en qué quiere el usuario, la ciudad nunca será la adecuada. Extender las redes o reforzar las existentes sólo depende de la eficiencia de quien nos gobierne: si no hubiéramos usado durante años el dinero recaudado por cloacas para cuentas generales, hoy tendríamos la planta en condiciones y los caños necesarios. A los colegas les recomiendo que repasen la historia del urbanismo y que relean a Kevin Linch, en su obra La imagen de la ciudad: no se trata de si es para arriba o se extiende, se trata de manejar la altura y las extensiones adecuadamente para que todos los usuarios vivan donde y como quieran de manera civilizada y con el bien común. El otro día en una reunión escuche una frase que me pareció brillante: ´las ciudades nacen de su propio caos´. Por favor, dediquemos nuestra sabiduría a ir ordenando el caos y no tratemos de diseñar lo que pocos quieren y repitamos los viejos fracasos de los congresos de urbanismo de la primera mitad del siglo pasado”.

Arquitectos y legos debatimos sobre nuestra Córdoba, aquí.

Alfa Pampa: fabrica más de un millón de alfajores por mes y quiere seguir creciendo (facturación proyectada: $ 4.000 millones en 2026)

En un país donde el alfajor es mucho más que “un producto”, lograr diferenciarse parece una tarea titánica. Sin embargo, desde una planta bonaerense y sin grandes campañas de marketing, Alfa Pampa consiguió construir una marca con alcance nacional, presencia internacional y una premisa clara: competir en calidad sin entrar en la carrera del alfajor más barato.