Y otro que nos cuenta cómo es el tema en Curitiba...
José Sebastián Maccio: “Todo el año 2006 residí en la ciudad de Curitiba (Brasil) por razones laborales. Me pasé todo el año estacionando en los lugares más inverosímiles del microcentro (siempre y cuando no se tratase de un lugar reservado) para probar lo que me habían anticipado, y efectivamente, en todas las calles curitibanas el estacionamiento es libre y gratuito y, siempre que lo he necesitado, he encontrado lugar relativamente cerca de donde tenía que ir. El secreto: mejor planificación vial, un sistema de transporte urbano digno del primer mundo y respeto por el prójimo. Eso sí, si por esas cosas del destino tenés que estacionar en una playa o tomar un taxi (de ambos hay muy poca oferta), prepará la billetera”.
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