Con un incremento del 50% en las tasas municipales para servicios residenciales, la gestión también derogó 45 tasas que ya no resultaban necesarias, simplificando la carga impositiva para los contribuyentes.
Un modelo distinto: equilibrio entre aumentos y recortes
La decisión de incrementar un 50% las tasas residenciales, aunque significativa, contrasta de manera notable con los tarifazos de otras localidades como Nono, donde los vecinos enfrentan aumentos de hasta un 2.500%. En Salsacate, el enfoque estuvo en reorganizar la estructura tributaria:
Derogación de tasas: 45 conceptos tributarios fueron eliminados, reduciendo la complejidad administrativa y económica para los vecinos.
Creación de nuevas áreas: Se establecieron dependencias como la Secretaría de Obras y Servicios Públicos, que busca mejorar la infraestructura local. Estas innovaciones han sido financiadas mediante ajustes específicos, lo que refleja una planificación consciente.
Tasa comercial invariable: La alícuota para comercios permaneció sin cambios, destacando un compromiso con el sector económico local en un contexto difícil para la actividad privada.
Un contraste con otras localidades
Mientras que Nono, Mina Clavero y otras municipalidades de Traslasierra han sido blanco de críticas por aumentos extremos en sus tasas municipales, la gestión de Karina Figueroa presenta una alternativa centrada en el equilibrio y la sostenibilidad. Al priorizar ajustes razonables y redistribuir eficientemente los recursos, Salsacate se perfila como un ejemplo de administración responsable en la región.
El desafío de sostener el desarrollo
Con una estructura tributaria más simplificada y ajustes moderados, Salsacate busca mantener la calidad de los servicios públicos sin comprometer la economía de sus residentes ni del sector comercial. Estas decisiones no solo marcan una diferencia frente a otras localidades, sino que también refuerzan la confianza en una gestión que prioriza el desarrollo equilibrado.
En un Valle de Traslasierra donde el descontento por los aumentos desproporcionados crece, Salsacate demuestra que es posible gestionar los recursos con sensatez y compromiso hacia sus ciudadanos. ¿Podrán otras localidades seguir este modelo?
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