La clave del éxito es el amor (y la relación con sus más 100 mil seguidoras)

Elina Oviedo / Elina Oviedo Showroom 

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“En agosto se van a cumplir 18 años que empecé con una valija que tenía 20 prendas”.
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“Tengo 110.000 seguidoras en las redes que son lo más”.
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“Tenía pensado abrir dos locales más, pero con este escenario estamos viendo cómo salvar el barco”.

Elina Oviedo nunca se olvida de sus orígenes con la valijita a cuestas. Desde ese momento a los tres maxi locales actuales, mucha agua pasó bajo el puente. Es una de las marcas preferidas por las cordobesas. Hoy, como a muchos comerciantes, la pandemia le pega. Pero no pierde las esperanzas de abrir, en el futuro, nuevas tiendas. Mano a mano con esta emprendedora en el SUM de Cardinales Nuevo Suquía.

Julieta Romanazzi: Contame cómo nace Elina Oviedo Showroom. Hace un tiempo nos contaste que empezaste con una valija, ¿es así?

Elina Oviedo: Sí, en agosto se van a cumplir 18 años que empecé con una valija que tenía 20 prendas. Vivía con mi hermana, ella me alojaba en Córdoba. Antes había trabajado en relación de dependencia, pero siempre quise tener algo propio, algo mío, algo que me haga feliz. Y empecé con pequeñas prendas, con plata prestada, mi hermana me alojaba gratis, yo limpiaba su casa... Y así de a poquito fui entrando en las reparticiones públicas, iba a los domicilios, fue muy lento. Hacía los “Té Moda”, donde juntaba a las amigas de mi hermana.

JR: ¿Sos cordobesa?

EO: Yo no soy de acá, soy de un pueblo de San Luis. Me vine a estudiar a Córdoba y por razones de salud me tuve que ir y volví después cuando ya estaba un poco mejor. Entonces quise hacer lo que me hacía feliz. Siempre me gustó la pilcha, mi mamá era modista. Fui muy de a poquito, fue un trabajo muy de hormiga, pero con la claridad de que yo quería eso. Las  promociones por suerte me ayudaron a esto que no era un trabajo fijo, sino que a veces era un trabajo de fin de semana. Y con eso sobrevivía. Y creo que todo fue a base de que no me sacaba ni una sola remera, por ejemplo. Estuve casi tres años sin sacarme nada, mi hermana me compraba y le pedía prestado a ella. Yo sabía que quería eso para mi vida. Nunca imaginé que llegaría a tener los locales que tengo.

JR: ¿Cómo nace el primer local? ¿Cómo diste ese primer paso?

EO: El primer local nace hace poco. Yo tengo mellizos de 6 años y el primer local nació cuando ellos tenían 6 meses. Fue en la Gandhi del barrio Don Bosco, donde realmente no había nada, nada, nada… Pero antes de eso, es decir, después de la valija me abrí un showroom en Urca. Ahí ya estaba en pareja con el que hoy es mi marido. Y cuando me enteré que estaba embarazada de mellizos, en lugar de decir “Sigo con el showroom” decidí redoblar la apuesta y pensé “¿Y si me abro un local?”, entonces fui por eso. Era muy chiquito el primero, donde la gente hacía cola. Y en menos de un año abrí otro local que estaba en la calle Intercountry, cerca de Lomas de Los Carolinos. A ese lo cerré antes de la pandemia porque el plan era abrir un local en Jesús María, que ya estaba señado y todo, pero no pude abrirlo. El tercer local surge en Hugo Wast casi esquina Tejeda.

JR: Al día de hoy, ¿cuántos locales tenes?

EO: Tengo 3 porque me faltó contarte el de Elías Yofre en zona sur. En realidad originalmente estaba en la calle Mal Paso de barrio Jardín, pero a mí se me había puesto que quería un local más grande y cuando lo encontré sobre Elías Yofre, me lo habían alquilado, me puse re mal. Apareció el de Hugo Wast, lo alquilé. Y después a la semana mi marido me dice: “Elina, nos dieron el de Elías Yofre pero yo le dije que no”. “¿Cómo que no?”, le contesté. Teníamos un terreno en un barrio privado, lo vendimos y metimos ese dinero en los locales, así que abrimos los dos locales juntos con 2 semanas de diferencia.

JR: Trabajás muchas marcas, pero también tenes una propia, ¿no?

EO: Tengo dos marcas en exclusiva: una es Anónimas y otra es Millie. En realidad no eran conocidas en Córdoba. Son marcas muy lindas y no son caras como otras. Y después tengo mi propia marca en jeanería que hace unos años lancé. Encontré una fábrica divina de Córdoba y me hacen unos jeans hermosos con calces y telas espectaculares. 

JR: ¿Cómo se reinventaron en pandemia?

EO: Fue terrible. Antes te cuento que mi marido es abogado y dejó su profesión por esto. Cuando decidimos abrir los dos locales juntos, nos sentamos, hablamos, decidimos seguir los dos con el negocio y él descolgó el título. Sin él no hubiera podido hacer lo que hicimos. Y con la pandemia, justamente, hablamos los dos y decidimos vaciar los locales (mi cuñado vive en Madrid y ya nos venía adelantando lo que se venía). Yo tenía miedo a la inseguridad. Nosotros habíamos comprado toda la temporada de invierno en noviembre y diciembre, así se maneja. Así que me traje todo a mi casa. En ese momento alquilaba una casa que tenía una cochera enorme y por suerte se nos ocurrió eso porque después ya no se pudo salir.  Armé las habitaciones de mis hijos y la mía con percheros y empecé con los vivos. Yo creo que fui una de las pioneras en el país en hacer vivos desde que tenía el showroom hace 10 años.

JR: ¿Y por qué crees que tienen tanto éxito?

EO: Porque la gente me quiere mucho. Siempre estoy agradecida por eso. Soy así como me ves, espontánea, tengo cero caretas. Y los vivos en la pandemia eran en mi casa y se me ocurrió hacer un regalo en un vivo. La gente estaba muy mal, se conectaban más de 1.000 personas, una vez llegamos a 2.000 personas, ¡una locura! Y empecé con premios como un incentivo a la tristeza que todos teníamos. A veces yo me encerraba en el baño a llorar. Me preguntaba qué íbamos a hacer. Estábamos endeudados, teníamos veintipico de familias que dependían de nosotros y es lo que más me afectaba y me sigue afectando. Es una responsabilidad muy grande tener a cargo tanta gente que tiene hijos también. Fue terrible y lo sigue siendo. Por suerte no cerramos ningún local. Hemos tratado de conservar la gente, los locales y para eso hicimos un trabajo muy de hormiga. Nos llevamos los locales a casa con mi marido, nos levantábamos a las 6 de la mañana para poder estar con nuestros hijos y desde las 6 hasta las 10, sacábamos la ropa, veíamos cuántas prendas quedaban de determinados artículos, yo me sacaba fotos y las subía. ¡La gente nos compraba sin haber tenido envíos! Y cuando se abrieron los envíos, me acuerdo que tuvimos que contratar una camioneta porque en el baúl del auto no entraban las cosas para hacer los repartos. Eso no lo podía creer. 

JR: Y ahora que tu marido está más involucrado, ¿tienen idea de incorporar una línea de hombres?

EO: No, así estamos bien. Estamos tratando de salvar lo que tenemos por la pandemia y no me arriesgaría ni siquiera a abrir otro local. Tenía pensado abrir dos locales más, pero con este escenario estamos viendo cómo salvar el barco. Lo de hombre no es mi fuerte.

JR: ¿Cuál es el secreto del éxito? 

EO: Creo que el secreto es el amor y la pasión que le pongo a esto que me encanta y que tengo la dicha y la fortuna de tener mis seguidoras que son lo más.

JR: ¿Cuántos seguidores tiene tu cuenta?

EO: 118.000 seguidores. Creo que esa es la clave.

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