La Bodega La Caroyense, fundada en 1930 como una cooperativa de inmigrantes friulianos, representa la colaboración y el esfuerzo colectivo de la comunidad. Agostina Lucchesi, enóloga de La Caroyense desde 2020, destaca esta herencia: “Sí, nace en el 1930 como una cooperativa de inmigrantes friulianos, que tenían sus cultivos y traían la uva acá a la bodega y elaboraban el vino todos en conjunto”. Esta unión de esfuerzos permitió que pequeños productores se unieran para crear algo más grande que la suma de sus partes.
La historia de La Caroyense está íntimamente ligada a la historia de la viticultura en Córdoba. Santiago Lauret, enólogo de la bodega durante muchos años, nos cuenta: “La historia nuestra de la viticultura arranca ya en 1618 con la Compañía de Jesús, con los primeros viñedos en la estancia de Jesús María. Después se pierde con la expulsión de los jesuitas. Tenemos una segunda etapa que es con la fundación de Colonia Caroya, el 15 de marzo de 1878, donde llegan nuestros abuelos, quienes traen estacas de vid... ya a los 10 años de instalado acá aparecen los primeros vinos comerciales en Colonia Caroya”.
La formación de la cooperativa en 1930 fue un hito crucial para la viticultura local. Originalmente conformada por 53 socios, luego reducidos a 34, esta cooperativa fue un motor de desarrollo para la región. Lauret explica cómo este modelo de cooperativismo impulsó el renacer del vino en Córdoba: “En un primer momento eran 53, después quedaron 34, y son los socios fundadores de la cooperativa La Caroyense. El cambio que se produce, y aparecen nuevas zonas con vid en Córdoba, u otras zonas que se habían perdido han vuelto, es el caso de Traslasierras... todo ese movimiento sirvió como fuente de información para todo lo que se ha hecho en los otros lugares”.
Hoy, La Caroyense no solo se apega a su rica historia, sino que también mira hacia el futuro con un enfoque en la sostenibilidad y la innovación. La bodega continúa su compromiso con la calidad, produciendo vinos que capturan la esencia de su terroir y la dedicación de su gente. Bajo la dirección de enólogos como Lucchesi, La Caroyense sigue explorando nuevas técnicas y variedades, asegurando que su legado perdure y evolucione con los tiempos.
Como en cada ocasión que nos encontremos, reiteramos la invitación a sumarte, a seguirnos, a ser parte de esta movida que involucra a todos los cordobeses, porque todos #somosutuco.
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