Esto supone todo un desafío, no sólo para el próximo gobierno, que tendrá que brindar condiciones cambiarias de competitividad que incentiven a los exportadores, sino también para las empresas que deberán agregar valor a los bienes que produce y hacer frente a un mundo altamente competitivo que demanda productos y servicios de mayor calidad.
Las compañías también deberán hacer un esfuerzo por adaptarse a las reglas de juego que rigen el comercio internacional, asumir riesgos y animarse a innovar con nuevas herramientas que les permitan operar con previsibilidad para poder aprovechar las oportunidades del mercado. El seguro de crédito es uno de esos instrumentos que, por sus características y ventajas, hoy se posiciona como un aliado estratégico para la planificación de los sectores exportadores.
“El empresario tiene que empezar a prever lo que va a pasar en el nuevo escenario y adecuar sus prácticas para consolidar sus mercados e ir a buscar otros nuevos, por ejemplo, en Asia y África, que son crecientes demandantes de alimentos” señaló Alejandro Demes, gerente Comercial Crédito de InSur, compañía líder a nivel nacional en seguros de crédito y referente en seguros de caución, con presencia en Córdoba desde 2019.
“En comercio exterior los exportadores argentinos están acostumbrados a los pagos anticipados o al pago contra entrega de mercadería. Pero en otros países es mucho más frecuente que el comprador compre a plazos, a 30, 60 o 90 días”, detalla, y agrega: “La compra a crédito entraña el riesgo del impago, por eso el seguro de crédito se está convirtiendo en una herramienta indispensable para desarrollar el comercio internacional, como ya lo fue en otros países de la región, como Chile, donde se usó este tipo de seguro para apalancar las exportaciones”.
¿Cómo funciona el seguro de crédito?
En InSur se evalúa la cartera de clientes a crédito a través de un análisis financiero realizado por especialistas, quienes además asesoran al asegurado en la definición de los límites crediticios a otorgar. También se realiza un monitoreo constante, informando y advirtiendo al asegurado ante cualquier situación que permita presumir o anticipar problemas de pago.
Este análisis exhaustivo de la cartera de clientes es un valor agregado que se ofrece al mercado. Se incluyen los balances, el comportamiento de pago, el rubro y el mercado en el que operan las compañías, y otros datos clave que completan los estados financieros o que determinan su comportamiento como el carácter de los dueños o accionistas, su management y su capacidad de dirección o de adaptación a los cambios.
“InSur además se encarga de las gestiones de cobranza prejudicial y judicial, y en casos de impagos por insolvencia declarada o mora prolongada se realiza una indemnización. En nuestra operatoria reintegramos hasta 90% del monto de las deudas no cumplidas, según el tipo de póliza contratada y líneas otorgadas. Esto brinda un marco de previsibilidad a nuestros clientes y les permite mejorar su negocio con mayor seguridad”, contó Demes. Y agrega: “existe la posibilidad de contratar un adicional que es la cobertura de riesgo político, que es muy atractivo, para proteger a las compañías no solo ante situaciones de insolvencia o de quiebras, sino también frente a riesgos de carácter político – tales como guerras, revoluciones o decisiones políticas- que impidan la cancelación de un crédito, ajenas a la voluntad o la capacidad de pago de los deudores”.
Desde sus oficinas en Córdoba, InSur también opera con productores y clientes de Catamarca y La Rioja, en sinergia junto a las oficinas comerciales de Rosario y Mendoza. La presencia local le otorga un buen conocimiento de las necesidades y demandas de las diferentes industrias de la provincia y entre sus clientes se pueden destacar el rubro automotriz (debido al régimen REAU) y los de maquinaria agrícola, electrónica y tecnología, química y alimentos y bebidas.
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