Tiempos de vacas flacas si los hay y las bebidas sin alcohol no escapan a esta realidad, con una caída acumulada del 21,6% en lo que va del año, cifra que, si bien el primer trimestre inició con una menor disminución del volumen de ventas en comparación al mismo período del año anterior (-3.2%), a raíz de la pandemia y aislamiento, durante el segundo trimestre la industria se vio un desplome de casi 24%.
Durante el tercer trimestre continuó con una caída de 9,4% comparado con 2019, pero cerrando el año tuvo un pequeño rebrote del 1,3%, una cifra pequeña pero que le da esperanzas a una de las tantas industrias golpeadas por la situación económica.
Ni la Coca se salva
Las razones son muchas, pero principalmente se destaca la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores en los últimos años, sin contar la carga impositiva al sector de las bebidas, que ronda nada más ni nada menos que un 49% -la más alta en Latam- que claro, va directo al precio de venta.
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