Lámparas de sal: iones negativos para una vida más positiva.
La gente de Drakonik comercializa en todo el país -a través de su página web- lámparas de sal (foto) en distintos tamaños, fabricadas en la Patagonia.
Con costos que arrancan en los $ 100 y llegan a los $ 180, estas lámparas proyectan tonos naturales en blanco y naranja, logrando un efecto beneficioso sobre el estado físico de las personas, según señalan desde la empresa. “Los iones negativos son ventajosos y pueden proporcionar una mejoría en alergias, dolores de cabeza, realzar el sistema inmune o aumentar la productividad en el trabajo”, cuentan.
La empresa tiene 3 años en el mercado argentino y los productos son íntegramente realizados con gemas de sal de hace 250 millones de años, extraídas de la Cordillera de los Vientos.
Tu opinión enriquece este artículo: