¿Cuál es el valor de crecer intelectualmente? ¿y profesionalmente? ¿Una capacitación es un “medio para” o un fin en sí mismo? ¿Qué tipo de masajeo neuronal estás haciendo en este momento para aggiornarte a lo que tu negocio te exige, a lo que tu equipo te exige? ¿Sos bueno en lo que hacés? ¿Por cuánto tiempo más? Finalmente: ¿cuándo fue la última vez que te capacitaste o capacitaste a tu equipo?
Lifelong learning es el concepto de vanguardia que en la actualidad define el modo de preparación de líderes ejecutivos y colaboradores que consiste en aprender durante toda la vida ajustando los conocimientos y habilidades a las necesidades coyunturales del mercado. Es un fin en sí mismo ya que la única certeza que tenemos es que nuestro upskilling (adquirir nuevas habilidades) y reskilling (reciclaje profesional para adaptarnos a otro rol dentro de la misma compañía) será un factor crítico de éxito constante a lo largo de nuestra vida profesional. Porque los clientes cambiaron, las personas cambiaron, las organizaciones cambiaron, la sociedad cambió.
Si sos colaborador, ¿tenés las herramientas para liderar un equipo? Si sos ejecutivo de cuentas, vendedor, ¿tenés las herramientas para transformarte en un director comercial? Si tenés que vender algo para generar revenues en tu empresa ¿estás vendiendo de manera profesional o con lo que aprendiste de oficio? Si sos RRHH, o responsable de RRPP, RRII o dueño de tu negocio es muy probable (70% probable) de que consideres que tenés dificultades de comunicación interna en el equipo o entre las áreas de tu empresa, ¿tenés las herramientas para ordenar algo que de por sí es complejo? Si estas necesidades están presentes, no van a ser optimizadas por el mero paso del tiempo. La curiosidad intelectual es una habilidad cada vez más necesaria en ambientes laborales (y es lo que, de manera creciente, nos piden nuestros clientes al gestionar una búsqueda y selección de personal). Nuestro aporte para capacitar personas y darles herramientas actuales, son 4 cursos de formación académica, cuyo principal diferencial es contar con un plantel docente que consideramos el “dream team argentino-español”:
- La diplomatura SKEAM para líderes (Skeam = acrónimo de Skills y Team) pretende brindar herramientas para gestionar a un equipo desde aspectos de soft y hard del management (ver programa)
- El certificado en Dirección Comercial pretende que lideres un equipo comercial de manera profesional y consigas los resultados que perseguís (ver programa)
- El certificado en Profesional de Ventas pretende que seas un ejecutivo de cuentas, vendedor, profesional. Que cuentes con herramientas y habilidades comerciales, y con una planificación concreta (ver programa)
- El certificado en Comunicación de Alto Rendimiento Sistémico te brinda un modelo operativo para ordenar la comunicación interna de tu empresa o el equipo al cual pertenecés, y para que puedas linkear ese flujo a los atributos que quieras comunicar a clientes y potenciales clientes (ver programa)
“Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”, dijo Ludwig Wittgenstein. Y ya lo creo que tenía razón. Si no estoy familiarizado/a con el concepto de accountability (otra palabra bonita que nos brinda el inglés sin traducción literal al español), ¿cómo lo entreno, cómo se lo transmito a mi equipo? “Hacerse cargo”, el mix entre actitud proactiva y responsabilidad, se acerca al concepto. ¿Y vos, te vas a hacer cargo de optimizar aquello en lo que crees debes mejorar?
Desde Rindo nuestra propuesta no tiene que ver con un glosario de palabras bonitas en otro idioma, sino con entregar herramientas, habilidades y actitudes concretas que refieran a estos conceptos para poder llevarlas a las tareas diarias, “a la cancha”, como decimos nosotros haciendo analogías permanentes entre deporte y empresa. Los conceptos modernos no son simples modas, sino una manera de comprender cada negocio y cada contexto en la actualidad. Las herramientas nos ayudan a optimizar habilidades que muchas veces ya tenemos, pero debemos sistematizarlas y transmitirlas al equipo de manera ordenada. Allí radica una de las diferencias entre un buen jugador individual y un gran equipo: que todos estén en sintonía fina para brindar soluciones en un mercado cambiante y sumamente complejo, y para eso un jugador de equipo debe sostener en “la cancha” lo que se analizó y decidió en “el vestuario” ¿Hay equipo?
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