Verstappen llega como líder del campeonato con 195 puntos, seguido por su compañero de equipo Pérez con 126 y Alonso con 117. El neerlandés ha ganado seis carreras este año, incluyendo la última en Canadá, donde la diferencia con sus rivales no fue tan amplia.
El mexicano ha logrado dos victorias y ha sido el más rápido en la clasificación en dos ocasiones. Checo sorprendió al inicio con un muy buen rendimiento de su RB19, pero cosecha una seguidilla de tres carreras con pobres resultados, ya sea por errores en clasificación, o porque el equipo no ha encontrado el equilibrio luego de las mejoras al monoplaza.
En cuanto a Fernando, sigue demostrando un gran rendimiento al volante del Aston Martin, logrando seis podios, con un segundo lugar como mejor resultado. El asturiano es una de las mejores sorpresas del año, puesto que el AMR23 ha dado un salo enorme en calidad y velocidad. Y todavía se espera que reduzca la brecha con los de Milton Keynes, porque presentarán otro paquete de mejoras pronto.
Un poco más atrás se encuentra Lewis Hamilton, con 102 puntos, muy lejos de su nivel habitual. El británico no ha ganado ninguna carrera este año, aunque se subió recientemente al podio en Montreal. El cambio en concepto del W14b ha puesto a todos a pensar en que los alemanes pueden regresar a pelear por victorias.
Sin embargo, hace falta ver si mantienen esos adelantos con las mejoras programadas para Silverstone. Austria, para ellos, no ha sido nunca un buen circuito, así que puede resultar en una prueba más que confirme o no lo que han hecho.
Caso contrario a Ferrari, quienes el año pasado se llevaron la victoria con Charles Leclerc, en un circuito que beneficia las cargas aerodinámicas del SF23 y que podrían aprovechar el próximo fin de semana. Sólo falta ver si el manejo de los neumáticos no fue un espejismo en Canadá.
A pesar de que se podría esperar un aplastante 1-2 de Red Bull en su casa, el GP de Austria puede significar una prueba de fuego para todos los pilotos que aspiran a mantenerse cerca del liderato. Este circuito es uno de los más exigentes del calendario para estos monoplazas.
Las largas rectas, pero, sobre todo las curvas rápidas de Spielberg, pueden ser un dolor de cabeza para los ingenieros, donde se premia la potencia y la aerodinámica, pero también los frenos juegan un papel importante.
Otro factor puede ser el clima, porque se esperan altas temperaturas combinadas con posibilidad de lluvias.
El GP de Austria será una prueba de fuego para los aspirantes al título, ya que el circuito es uno de los más exigentes del calendario. Con sus largas rectas y sus curvas rápidas, Spielberg premia la potencia y la aerodinámica de los monoplazas. Además, el clima puede ser un factor determinante, ya que se esperan altas temperaturas y posibilidad de lluvia.
¿Será Max el que consiga la victoria y amplíe su ventaja en el campeonato de pilotos? O ¿tendremos alguna sorpresa en lo más alto del podio? Lo sabremos el próximo domingo, en una carrera que no hay que perderse.
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