Tenés un auto gris y pensás, color fácil, común. ¡Error! como ves en la foto de abajo, sostengo un catálogo con alguno de los cientos de posibles grises que los pintores de chapa deben “descubrir” para repintar la puerta esa que te chocaron.
Y el verbo es “descubrir”, porque las fábricas de vehículos no comparten con el ecosistema cómo se formula cada color y los reparadores tienen que hacer “ingeniería inversa” con espectrofotómetros y otros adminículos para “dar” con el tono específico.
De hecho, la pintura con la que se repinta un vehículo no es la misma del pintado original que se hace con cataforesis y secados a más de 200 grados, con las piezas totalmente sueltas.
En el repintado se usan otras pinturas y la fábrica líder del mercado en Argentina (la empresa nacional Sinteplast) tiene su propia línea completa: Trimas, además de comercializar en su red de locales productos de la empresa alemana Mipa (siempre hablando de productos de repintado de automóviles)
¿Y hay muchos colores posibles? “Unos 200.000”, dice sin dudar, Guillermo Tonello, a cargo de la división Automotores de Sinteplast y al frente del taller modelo que la empresa tiene en su unidad industrial de Córdoba (camino a Alta Gracia), donde trabaja codo a codo con los talleristas para el correcto uso de sus productos.
Para Sinteplast, el negocio de las pinturas (y accesorios) para el repintado automotor ronda el 5% del total de sus ventas que en el último año fiscal alcanzaron los US$ 250 millones, sumando sus principales líneas de pinturas: arquitectónicas (viviendas), industriales y construcción.
Un auto tiene -típicamente- 16 piezas (o partes) que se pueden pintar, desde las más amplias a las más pequeñas y para repintar todo un vehículo sólo haría falta 1 (un) litro de pintura con su correspondiente litro adicional de solvente (dos litros en total).
Una vez preparada la pieza (masilla si hiciera falta, lijados), la aplicación de la pintura es realmente rápida, lo que no quiere decir fácil: el pulso del pintor es clave para no generar goteos y una correcta cabina (con planos absorbentes de sobrantes) son partes esenciales del acabado final. Claro, siempre que se haya dado bien con el color adecuado, algo que ya cae en el “ojo” y la experiencia de cada pintor.
En menos de 20 segundo se puede dar una mano de una puerta; luego hará falta una segunda capa y barniz. El trabajo hoy ronda los $ 40.000 incluyendo productos de calidad y buena mano de obra.
¿El color más difícil de sacar? El rojo lucifer (código EKQD) que lanzó en su momento PSA (Peugeot y Citroen) que es muy difícil de lograr y que -en el aplicado final- no desentone con las otras piezas.
“Más difíciles aún son los colores perlados, por cómo trabajan la pintura a la luz y los metalizados, también muy complicados para el trabajo del repintado”, explica Guillermo Tonello, a cargo de la división Automotores de Sinteplast.
¿Y los colores mate? “Bueno, esa moda es realmente muy complicada para el repintado y yo directamente recomiendo que si alguien quiere un color mate en su vehículo, que lo plotee porque va a renegar menos antes cualquier percance de chapa y pintura”.
Por fortuna, explican desde Sinteplast, en Córdoba hay muchos y muy buenos pintores de autos, aunque también hay talleres muy precarios en buena parte del interior del país.
Repintar una puerta, por ejemplo, tiene un costo que ronda los $ 30.000 a $ 40.000, donde el 50% es productos y la otra mitad mano de obra. El problema actual es que las compañías de seguro están achicando lo que pagan por estas reparaciones y muchos talleres ajustan sus costos con materias primas más baratas.
Sinteplast, del primer Justicialista a líder del mercado
En manos de la tercera generación de la familia Rodríguez, en los orígenes de Sinteplast está la pintura automotor: el fundador de la empresa fue el responsable del pintado de los primeros vehículos Justicialista y Graciela que se produjeron al final del primer ciclo de Juan Perón en el gobierno.
Desde entonces la empresa fue creciendo y diversificándose al gigante actual: líder del mercado nacional (superando a gigantes como Alba y Sherwin Williams), tiene 8 plantas industriales en Buenos Aires, Córdoba y San Luis (en Argentina), además de Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Con 1.300 colaboradores, Sinteplast ofrece un listado de 6.500 productos en más de 6.000 pinturerías y comercios, incluyendo 300 bocas de la marca propia Colorshop (25 de esos locales en Córdoba).
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