“Cuando hablamos de economía regenerativa o pensamiento regenerativo es la rama de pensamiento que está más en formación, es algo que está en discusión y busca que nuestra manera de relacionarnos con el entorno sea esa. Desde Kolibri lo planteamos como una búsqueda de pasar de pensar a hacer menos mal a pasar a hacer el bien. Un claro ejemplo, y una de las razones por las cuales elegimos llamarnos Kolibri, es cómo el colibrí se alimenta. Como polinizador, su actividad de extracción de alimento tiene como resultado un aumento en el stock disponible de su alimento: el impacto neto es positivo, es decir, es regenerativo. Esta es la invitación que hace el pensamiento regenerativo, que logremos construir sistemas que al utilizar recursos generen un impacto positivo: si consumo agua, que el resultado sea que haya más agua purificada; si consumo alimentos, que el resultado sea un suelo más saludable. Nos invita a preguntarnos ¿a medida que crece mi organización, mejora también el mundo?”, dijo Prem Zalzman, sr manager en Innovación Estratégica de Kolibri.
El manager de Kolibri comentó que fue un año de crecimiento impresionante, contando más de 120 años de experiencia y trayectoria en sustentabilidad. Hoy la empresa tiene equipos de trabajo en Argentina, Uruguay, Paraguay y México y ya comenzaron a trabajar con organismos multilaterales. “En Paraguay hicimos un proyecto llamado Mi barrio sin residuos, en el cual acompañamos a una fundación local que combinó actores públicos y privados para llevar a cabo la separación de residuos diferenciados en un barrio entero. Nos interesa combinar los actores para tener resultados más interesantes y Kolibri trata de realizar esta articulación”, explicó.
“Somos muy ejecutivos, se van abriendo muchas puertas porque nos hemos hecho una linda reputación de responsabilidad en los compromisos y acuerdos. Por otro lado, diseñamos una guía que se llama Diseñá tu modelo de negocio e impacto, junto a 3 Vectores (una agencia uruguaya) para Naciones Unidas Uruguay, con la cual buscamos abrir el conocimiento de empresas B para que puedan tener un contenido y desarrollar un modelo de negocio con impacto positivo, teniendo una guia teórico-práctica sobre cómo encararlo: lo primero es empezar enamorándote del problema, la idea es darle información sobre el problema y una forma para que sea digitalmente, identificarlo y así a través de 5 momentos se diseña el modelo de negocio de impacto”, expuso Mateo Saavedra, diseñador de Estrategias de Carbono de Kolibri.
Para el diseñador el objetivo principal de la empresa es acompañar al cliente con la gestión, pero que cada uno cree su propio proyecto y que salga a la luz. Desde Kolibri, se encuentran llevando adelante proyectos de restauración y conservación de biomas icónicos de Latinoamérica, por ejemplo en Brasil y México.
En cuanto al trabajo con las empresas, Zalzman explicó que en algún momento se entiende que hay que lograr integrar la sustentabilidad a la organización, pero se dan cuenta que hay una cultura organizacional que está lejos de eso. Y ahí está la pregunta: ¿cómo arranco, por donde empiezo?. “En ese momento es cuando empezamos a combinar 3 células o espacios de workshop, circularidad, entrenamientos, trabajos colaborativos, tratamos de implementar la huella de carbono, todo el tiempo emergen conversaciones entre áreas que antes no conversaban, por ejemplo el área de compras con marketing, hay un diálogo en común que lleva a accionar, no se queda en solo charlar, sino que se generan planes de acción”, dijo.
El diseñador de Estrategias de Carbono comentó que desde que comenzaron con la empresa tomaron la decisión de no pretender convencer a alguien, sino trabajar con las personas/empresas que ya tienen ganas de hacerlo, que tengan la motivación, desde algo positivo o desde un “dolor” que esté queriendo cambiar. Para Mateo Saavedra “siempre vamos a querer al principio trabajar sobre algo en particular, porque tenemos un puntapié desde dónde iniciar. Hay espacios, como consultores, que trabajamos con la escucha activa y detrás de esto se desata un mundo de posibilidades y estrategias para implementar”.
Por otro lado, Saavedra expresó: “Nos enfocamos mucho en generar nuestros modelos mentales que nos ayudan a navegar los desafíos del presente y futuro. Se incorporan constantemente nuevas variables ambientales y sociales al momento de pensar en el negocio, abordando distintas maneras de interpretar. Por ejemplo, si es necesario, dedicamos 45 minutos en una charla detallada para que las personas entiendan qué es la huella de carbono, qué es la energía y de dónde viene, combustibles fósiles y por qué esto genera calentamiento global, etc. Es una cadena pensada para el futuro. Intentamos que las empresas puedan incorporar en su día a día las herramientas que les brindamos”.
Para finalizar el manager en Innovación comentó que este año parte de la búsqueda de Kolibri fue trabajar para que Latinoamérica logre dar ese salto hacia el liderazgo ambiental, garantizando que América no reciba tecnología obsoleta sino que dé ese paso al frente para ser líderes en temáticas ambientales. “Como desafío para el próximo año, nos proponemos seguir posicionándonos a nivel regional, en México estamos presentes pero vamos a seguir desarrollando proyectos, con la idea de consolidarnos en 18 países más”, concluyó.
En Kolibri trabajan con metodologías innovadoras junto a todo tipo de organizaciones para adaptar las soluciones a cada desafío, validando ágilmente su viabilidad y escalabilidad, desde startups a multinacionales. “Entendemos a las organizaciones como parte de una cadena de valor y buscamos colaborar con los socios existentes para comprender los impactos e identificar oportunidades. Nuestros servicios abordan los desafíos desde distintas perspectivas y están diseñados para construir una estrategia ambiental integral”, expresaron desde la empresa.
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